Las almohadillas, al igual que los rodillos, sirven para aplicar pintura plástica sobre grandes superficies. Existen varios tamaños de almohadilla y pueden utilizarse sobre superficies ligeramente texturadas, así como sobre metal y madera. Las almohadillas también se pueden usar para aplicar esmaltes, pero los disolventes necesarios para aplicarlas pueden estropear la esponja.
Para su aplicación, deberás verter la pintura en una bandeja, introducir la almohadilla de modo que las puntas queden cargadas pero no sumergidas y aplicarla en varias direcciones sobre la pared.
Pintando el techo
Para pintar el techo, lo más conveniente es usar un rodillo, una brocha grande o una almohadilla. Se puede trabajar sobre una escalera de tijera, pero resulta más cómodo acortar la altura con una tarima construida a base de escaleras y tablones. Procura dejar unos 7,5 cm de separación entre la cabeza y el techo. En este sentido, si usas un rodillo o una almohadilla, puedes trabajar desde el suelo con un mango extensible.
Si usas la brocha, pinta áreas de 60 cm cuadrados empezando en la esquina superior más cercana a la luz, siempre y cuando sea posible. Por su parte, los rodillos se aplican en franjas de 50 cm de ancho, empezando paralelamente al techo y trabajando en bandas horizontales hacia el suelo.
Enchufes e interruptores
Si deseas pintar las zonas en las que tienes instalados enchufes u otros interruptores, tienes dos opciones: quitarlos o pintar alrededor.
Si optas por quitar los apliques eléctricos, asegúrate de desconectar primero la corriente. Después, separa la placa del interruptor de la superficie con un destornillador o un cuchillo y pinta detrás.
La otra solución, más fácil y segura, consiste en pegar cinta de pintor sobre los bordes del aplique y después pintar alrededor. Cuando la pintura esté completamente seca, quita cuidadosamente la cinta y tendrás un borde completamente recto.
Pintar detalles
Muchas viviendas antiguas tienen detalles originales, como molduras, cornisas y frisos o rodapiés. Estos detalles de madera o yeso deben pintarse con un pincel pequeño.
Aplica el color de fondo con una brocha de 25 mm o más pequeña, y pinta los pequeños detalles con un pincel de bellas artes apoyando la mano sobre algún objeto para mantener el pulso firme y siempre intentando no posar la palma de la mano sobre la pared, para no dejar manchas o huellas.