No te olvides de la carpintería de subsistencia
¡Aprende a reparar tus propios muebles y ahórrate un montón de dinero!
Hasta ahora hemos explicado cómo realizar multitud de diseños de carpintería con los que equipar y decorar tu casa a un precio reducido. Sin embargo, también te será muy útil aprender a reparar tus muebles, algo para lo que mucha gente suele recurrir al carpintero de toda la vida con la consiguiente carga económica que ello supone.
Concretamente, analizaremos cómo reparar la pata rota de una silla o una mesa, algo que suele ser bastante habitual si es de un mueble antiguo de lo que estamos hablando y su madera se encuentra ya bastante mermada por el paso del tiempo.
Asimismo, explicaremos cómo sustituir esa típica bisagra que se ha desprendido de la puerta de un mueble, llevándose consigo parte de la madera en la que estaba atornillada.
Reparar una pata
Cuando una pata se parte hay que repararla introduciendo un refuerzo rígido. Para ello, el primer paso consiste en realizar un agujero en la madera y taladrarla cuidadosamente, ya que la madera en el punto de ruptura es particularmente frágil.
En este sentido, los agujeros de las dos partes de la pata deberán encajar perfectamente, así que no se debe quitar la madera astillada de los bordes. A continuación, introduciremos una espiga o una clavija untada con cola en una de las partes de la pata.
Tras comprobar que se encuentra bien sujeta, juntaremos ambas partas hasta hacerlas encajar perfectamente. Una vez que hayamos juntado las dos piezas, limpiaremos con un trapo la cola que rebose por efecto de la presión. Para terminar, alisaremos la junta con papel de lija y barnizaremos la pata, siempre tras haber esperado a que la cola esté completamente seca.
Sustituir una bisagra
Esta labor es igual o más sencilla que la anterior y le permitirá tener las puertas de sus muebles como nuevas, sin necesidad de recurrir a profesionales del bricolaje.
El primer paso consiste en tapar con masilla el agujero que ha quedado en la madera por el desprendimiento de la bisagra. A continuación, deberá escoger otra ubicación, cercana a la anterior, para la nueva bisagra –no es aconsejable ponerla en el mismo lugar porque tendría muy poca resistencia-.
Tras marcar el punto en el que situaremos la nueva bisagra, comprobaremos el diámetro del agujero necesario y lo realizaremos sirviéndonos del taladro-atornillador. El último paso consistirá en atornillar la bisagra, de tal modo que nuestra puerta habrá quedado prácticamente nueva.