Malas hierbas sí que mueren...¿cómo acabar con ellas?
Tener un jardín perfecto no es una tarea fácil, pero para que el tuyo sea la envidia de todo el vecindario, te ofrecemos unas prácticas recomendaciones para su cuidado
Ya hemos repasado los tipos de césped entre los que podrás elegir a la hora de pintar de verde natural tu jardín. Una vez que te hayas decantado por alguno, el trabajo no habrá terminado. Ni mucho menos, queda la mayor de las tareas: conseguir que tu césped no pierda su buen color inicial.
En general, el césped, sea del tipo que sea, necesita ser regado y segado con regularidad a partir de comienzos de primavera y hasta el final de la temporada de crecimiento.
Asimismo, conviene controlar la cantidad de musgo existente aplicando un musguicida de formulación especial en otoño o primavera. En este sentido, el musgo es bastante fácil de eliminar aplicando el tratamiento correcto, pero para conseguir un control a largo plazo se debe atacar la causa subyacente que impulsa su crecimiento.
Foto: Libsa.
Las malas hierbas
Dicen que las hay incluso en las mejores familias, y el césped de tu jardín no va a ser una excepción.
Para arrancarlas, en ocasiones te bastará con un simple cuchillo de cocina o con unos herbicidas. No obstante, cuando el problema es más serio, deberás usar un tratamiento general para todo el césped.
En una extensión pequeña puede aplicarse un herbicida granular u otro líquido con una regadera provista del dispersor adecuado. Las malas hierbas más gruesas también pueden echar a perder la estética del césped y no verse afectadas por los herbicidas corrientes. En ese caso, deberás debilitar la mala hierba ahondando en la zona afectada con una cuchilla cada vez que siegues.
Abonado y riego
Un césped de crecimiento vigoroso es menos propenso al musgo y las malas hierbas. Por ello, debes mantenerlo en buen estado, asegurándote de que recibe suficientes cantidades de agua en períodos de sequía.
Asimismo, deberás aplicar un abono especialmente rico en nitrógeno en primavera y un fertilizante de fórmula de liberación lenta durante la temporada de crecimiento.
Si aun así tienes problemas con las malas hierbas, usa una combinación de abono y herbicida, o de abono, herbicida y musguicida.
La limpieza, fundamental
Cuando el césped cobra un aspecto esponjoso al andar sobre él, es probable que sufra una acumulación de tallos muertos en la base de la hierba, formando lo que vulgarmente se denomina paja.
Esta paja debe eliminarse con un rastrillo para césped. Es un trabajo duro, por lo que si la extensión es muy grande deberás considerar la posibilidad de recurrir a una herramienta eléctrica.
Las hojas caídas constituyen también un problema frecuente y deben retirarse, pues en caso contrario el césped de debajo amarilleará y será más propenso a sufrir enfermedades.