El dormitorio es uno de los lugares más íntimos, y precisamente por eso es uno de los que más definen nuestra personalidad de toda la casa. A la hora de decorarlo, al igual que con otras estancias, habrá que tener muy en cuenta con el espacio que contamos a la hora de dar rienda suelta a nuestros gustos e imaginación.
Estilo Contemporáneo
Es el estilo elegido usualmente por los más jóvenes, aunque no por ello histriónico y falto de elegancia. Todo lo contrario, lleno de sobriedad y sin “barroquismos”, nada de recargar el ambiente pero sin llegar a alcanzar el estilo minimalista. Una mezcla perfecta entre la elegancia y practicidad que necesitas. Para conseguir este tipo de decoración debes tener en cuenta que lo ideal es contar con espacios amplios, aunque imaginamos que no será el caso. En ese escenario, puedes usar espejos para darle mayor amplitud.
Evita en lo posible colores demasiado chillones, los ideales para este tipo de dormitorios son los marrones y grises, en sus diferentes variantes. En cuanto a los muebles, intenta que tengan líneas muy definidas y que ofrezcan un aspecto especialmente sólido, con personalidad, pero sin que resulte recargado. Deja a un lado los elementos exóticos, a este tipo de decoración no le van y pueden quedar fuera de lugar.
Estilo Oriental
Este estilo es uno de los más habituales, seguramente lo habrás visto en varias casas de amigos y familiares, sin duda es la estrella de los dormitorios, aunque poco a poco ha experimentado variaciones, con la idea de evitar que se agote la fórmula. Una de las funciones más interesantes que aporta este estilo, además de la decoración, es la sensación de armonía que imprime a las estancias, los japoneses son los reyes del Feng-Shui y debes sacar partido de ello.
En cuanto a los colores que puedes utilizar, son muy variados porque el estilo oriental, como te comentábamos antes, está sufriendo múltiples variaciones. La estrella del dormitorio será sin duda la cama, para que tenga ese deseado aspecto oriental será necesario un futón, muy próximo al suelo.
Haz uso de paneles y aprovecha la cantidad de textiles con motivos orientales que hay en el mercado. Si tu economía no te permite invertir demasiado en mobiliario de diseño oriental, ésta puede ser una gran opción. Y busca que la luz sea tenue pero acogedora al mismo tiempo, no necesitarás mucho más para que tu dormitorio sea perfecto.