Lo de pintar las paredes para salir del paso única y exclusivamente porque hace siglos que no le pasas la brocha se acabó.
Ahora la pintura de una casa es el lienzo en el que debes crear la obra de arte que va a ser tu casa, por eso has de elegir aquello que mejor se adapta a tus gustos, tus sentimientos y tu estado de ánimo. El blanco por toda la casa o los colores pastel que le arrancan la sensación de profundidad a la casa son cosas que debes dejar en el olvido si lo que quieres es darle personalidad a tu vivienda.
Tonos metalizados en los muebles
Lo ideal es arriesgarse, como en casi cualquier faceta de la vida. Por eso, pintar el techo o incluso crear diseños diferentes y únicos sobre él puede ser un toque original que te diferencie del resto. Pintar las paredes de forma organizada también está completamente “out” ¿qué tal si coloreas aquella zona que pretendas destacar de la estancia y continuas hasta la mitad de la pared contigua? Ese puede ser uno de los detalles que más exclusividad le de a esa habitación.
Olvida los tonos mate y dale un toque metalizado, especialmente si lo que quieres es restaurar muebles, de ese modo se verá la veta con un toque de metal y le aportará originalidad y luz a la decoración. Mezcla diferentes tonos de un mismo color, en el mismo espacio, haciendo uso de tonos mates y satinados. Con esta técnica conseguirás que durante el día, con las diferentes variaciones de la luz, puedas ver como varían los tonos de la habitación creando un ambiente muy especial.
Decora con tus manos las paredes
También puedes utilizar plantillas y crear dibujos con tus propias manos. Quizá hay un artista dentro de ti y tienes la posibilidad de sacarlo al exterior para que todos lo disfruten creando tus dibujos y dejándolos plasmados en las paredes. Desde luego no habrá un look más personal que ese. Si por el contrario lo del arte no es lo tuyo también puedes encontrar plantillas super grandes que seguro te encantarán para decorar las paredes de cualquier estancia.
En definitiva, arriesga, incluso mezclando colores que en un principio no tienen nada que ver pero que después si tienen la misma intensidad pueden crear un ambiente armónico, fresco y lleno de vida.
¿Te han entrado ganas de coger la brocha y el rodillo, verdad?
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