¿Te has parado a pensar la cantidad de tiempo que pasas en la cocina? Seguramente es una de las zonas de la casa que más trasiego tiene pero a la que le prestas menor atención.
Por lo general, las cocinas de las casas de nuestro país no son especialmente grandes, así que existe la necesidad de aprovechar el espacio al máximo, pero sobre todo de intentar darles luminosidad y color para que se vean más espaciosas.
Sin duda, el tono ideal para una estancia como ésta es el blanco, ya que lo podrás combinar con otra serie de colores mucho más vivos como el rojo, el azul o el amarillo.
Combina con inteligencia los colores
Los tonos claros le dan luminosidad y una sensación de mayor amplitud. Si además le das un toque divertido de color tu cocina puede pasar de ser el sitio que te aburres de limpiar cuando cocinas, a una estancia en la que seguramente pasarás mucho más tiempo. Es imprescindible intentar que no existan demasiados objetos innecesarios por medio, si la tendencia minimalista es la que reina en el resto de tu casa ¿por qué no vas a continuarla en la cocina?
Recargarla de objetos excesivos solo te estorbará y no tiene por qué hacer que se vea más bonita. Tienes la posibilidad de combinar los accesorios con los muebles e incluso con los electrodomésticos. Muchas marcas se han decantado por el colorido en lavadoras, microondas y neveras con líneas especiales que le pueden dar un toque muy especial a tu cocina.
Al igual que en el resto de la casa, el estilo más moderno es el de las formas geométricas y muy definidas, con un estilo que recuerda lo retro y la moda de los 70’, dándole un toque muy pop.
Una estancia acogedora
Una idea es pintar o cubrir las paredes con azulejos de color blanco y el resto del mobiliario, las sillas, la mesa o incluso la lámpara con tonos chillones para mostrar tu personalidad.
Son muchas las personas que tienen la cocina como un refugio, tal vez la parte más acogedora de la casa, donde comparten confidencias con amigos frente a una taza de café. Si eres de esas personas, no puedes dejar de preocuparte por la decoración, si lo haces con cariño sentirás mucho orgullo cuando entres por la puerta y veas tu obra maestra.