Se trata de una estantería que apenas ocupa espacio y que quedará unida a tu pared mediante dos sencillos tornillos de gancho. No es necesario gozar de habilidades de ingeniero para su fabricación, basta con que seas capaz de dibujar correctamente el contorno de los montantes. Eso sí, conviene destacar que habrá que ser lo más preciso posible a la hora de trazar y cortar los distintos encajes, pues de lo contrario los elementos no encajarán correctamente en el momento del ensamblaje.
Precisión en el corte
El proceso de construcción de esta estantería de aspecto clásico es muy sencillo:
En primer lugar, tendrás que dibujar y cortar milimétricamente el primero de los montantes, cuyo contorno calcarás después para obtener el segundo.
A continuación, igualarás las pequeñas diferencias de cortado entre ambos estantes sirviéndote de la escofina y el papel de lija.
El siguiente paso es cortar el anaquel y ensamblar los distintos encajes presionando con una maza las piezas, y por supuesto teniendo especial cuidado en no dañarlas.
Rematando la faena
Tras colocar el travesaño trasero detrás del anaquel y los montantes, fijarás todo el conjunto con una serie de puntas clavadas en el propio travesaño.
El penúltimo paso consiste en lijar y retirar el polvo de la estantería. Para que cuente con ese elegante aspecto antiguo, bastará con que apliques pátina –un tipo de barniz aceitunado y reluciente- sirviéndote de un trapo de algodón.
Una vez que la estantería esté bien seca y lustrada, por fin podrás colocar los tornillos de gancho y colgarla donde desees.
Herramientas y materiales
Para tener toda tu cubertería al alcance de la mano tan sólo precisarás de herramientas de trazado, una sierra de calar, una escofina y un martillo, así como los materiales que a continuación enumeramos:
-Anaquel: un panel de 60 x 30 cm.
-Montantes: dos tablas de 15 x 33 cm.
-Travesaño: una tabla de 40 x 18 cm.
-Accesorios: tornillos de gancho y puntas de cabeza plana de 45 mm.
Para que nuestra estantería tenga ese aire rústico tan elegante nada mejor que recurrir al pino cepillado de 20 mm. de grosor, un tipo de madera económico y muy duradero.