Una silla plegable de diseño
Un sencillo mueble que reúne belleza y funcionalidad y, lo que es más importante: es muy fácil de realizar
Una cálida tarde de verano te encuentras sentada plácidamente en la terraza o el jardín, tomando el café, jugando a las cartas o charlando con algún vecino, cuando la típica tormenta estival perturba inesperadamente tu tranquilidad. Toca poner a cubierto todo lo que pueda dañarse, por lo que apresuradamente recoges la ropa y buscas esos socorridos plásticos con los que proteger la mesa y las sillas.
Has conseguido tu objetivo: todo está a salvo… todo menos tú. Los cinco minutos que has pasado bajo el diluvio universal posiblemente pasen mañana la correspondiente factura en forma de toses y estornudos. Cinco minutos que podían haberse reducido a sólo dos si esa silla sobre la que descansabas fuera menos pesada. Si además fuera plegable y pudieras transportarla con una sola mano, tal vez hubieras desmantelado la sobremesa en apenas unos segundos.
Belleza unida a funcionalidad
Pues bien, esa silla existe, goza de un diseño espectacular –no en vano su autor, Peter Paul Höllerer, obtuvo un premio por ella- y construirla apenas te llevará unas pocas horas. Basta con cortar milimétricamente todas las piezas, realizar esos modernos y exhaustivos vaciados en el respaldo y la parte delantera que te permitirán transportarla de un lado a otro sin el menor esfuerzo y, por último, acoplar todos los soportes para que la silla se convierta, casi por arte de magia, en una especie de puzzle que podrás guardar fácilmente en un armario o colgar en cualquier pared de la casa.
Y es que esta silla es el ejemplo perfecto de que lo práctico no tiene por qué estar reñido con lo estético. Para asegurarte de que tu nueva creación no perderá ninguna de estas dos cualidades podrás lijar a fondo todas las piezas –evitando que se astillen con el paso del tiempo- y aplicar laca transparente para proteger la madera.
Un trabajo rápido y preciso
Como señalábamos anteriormente, construir esta ingeniosa silla apenas te llevará unas horas. Baste como ejemplo el escaso número de herramientas que precisarás para su elaboración: una sierra circular y otra de calar, una taladradora y una lijadora. Los materiales necesarios vuelven a poner de manifiesto la sencillez de la tarea que te proponemos: tornillos, bisagras metálicas o goznes y planchas de madera Multiplex de 24 mm de grosor, salvo en el caso de los soportes centrales, cuyo grosor será de 12 mm:
- Respaldo: Una tabla de 750 x 460 mm.
- Asiento: Una tabla de 474 x 430 mm.
- Pieza frontal: Una tabla de 474 x 420.
- Reposabrazos: Dos tablas de 345 x 135.
- Soportes laterales: Dos tablas de 820 x 135.
- Pieza transversal posterior: Una tabla de 480 x 115.
- Soporte central anterior: Una tabla de 242 x 135.
- Soporte central posterior: Una tabla de 324 x 135.
No lo pienses más y ponte manos a la obra. Evitar que la próxima tormenta veraniega vuelva a cogerte desprevenida sólo depende de ti.