Un viaje en tu mesa
Con lo más salvaje del campo esloveno metido en la maleta, la chef Ana Roš aterriza en Madrid como protagonista de la quinta edición de In Residence -que tendrá lugar del 19 de noviembre al 7 de diciembre el en NH Eurobuilding-, el evento ‘foodie’ más esperado del año
Ana Roš siempre ha sido una mujer de carácter. Lo demostró, por primera vez, cuando para sorpresa de todos renunció a una prometedora carrera diplomática para tomar las riendas junto a su marido del restaurante de los padres de este. Nunca había cocinado, pero no dudó en ponerse al frente de los fogones e ir aprendiendo el oficio a base de intuición y trabajo. Lo tenía absolutamente todo en contra: la oposición de su propia familia, su falta de experiencia, el escaso interés por la gastronomía en su país, Eslovenia, que aún hoy no cuenta siquiera con Guía Michelin.
Pero ella no desistió hasta hacerse un hueco entre los grandes chefs del panorama internacional. El primer reconocimiento llegó en 2015, cuando Netflix la elegió para rodar uno de los episodios de Chef’s Table. Según se estrenó, se convirtió en una estrella: “Supongo que reflejaba muy bien lo que hace único al restaurante; la carretera que conduce a él, el reflejo del entorno a través de los productos que uso... o el sentimiento de que estás en una casa, una sensación muy distinta a la que tienes en otros grandes restaurantes”, explica ella. Al año siguiente, recibió su primer reconocimiento, a manos del presidente de Eslovenia, y en 2017 entró en la prestigiosa lista The World 50’s Best, que la nombró además Mejor Chef Mujer del Mundo el mismo año.
Completamente autodidacta, Ana encontró en el propio entorno del restaurante la inspiración y los medios para crear un lenguaje propio y original. “Respeto muchísimo la tradición gastronómica de mi país, pero he querido honrarla a través de la reinterpretación. Creo que estamos construyendo el futuro de la cocina eslovena, y por ello el 100% de los productos que usamos proceden de nuestro entorno”, explica.
Gracias a ella, el mundo descubrió las truchas -que estuvieron al borde de la extinción- del río Soca o el queso Tolmin, un icono del país que ella y su marido apostaron por reinterpretar al añejarlo por primera vez. “Hay cosas que siempre estarán en nuestra cocina, pero básicamente nos servimos de lo que la naturaleza nos ofrece en cada momento. Ahora mismo tenemos muchísimos pepinos, calabacines y tomates, típicos del final del verano”, cuenta, a apenas unas semanas de trasladarse con todo su equipo a Madrid con motivo de su participación en la quinta edición de In Residence, el evento foodie que ya trajo a Madrid (al hotel NH Collection Eurobuiling, donde tiene lugar cada mes de noviembre) la cocina de Grant Achatz o Mauro Colagreco. Esta vez, junto a la chef y su ‘familia’ viajarán el follaje y los productos de una región que siempre estará indisolublemente ligada a la cocina de Ana.