‘Tips’ infalibles para que tus fotos de comida triunfen en Instagram
¿Qué luz es mejor?, ¿qué filtros?, ¿qué tipo de planos?, ¿por qué clase de recetas es preferible apostar?...
Si tu cuenta de Instagram es la envidia de cualquier foodie avezado... definitivamente, este artículo no es para ti. Si, por el contrario, te gusta la cocina y quieres empezar a publicar en tus redes las fotos de tus mejores platos… ¡tienes que seguir leyendo esto! Y es que, con estos instatips para principiantes que hoy os mostramos, será mucho más sencillo que el número de likes (y de followers) de tu cuenta de Instagram comience a despegar sin que apenas te des cuenta.
En la medida de lo posible, usa luz natural
Lógicamente, el común de los mortales no tiene en casa un estudio de fotografía y un equipo de iluminación profesional. De modo que, a nivel amateur, uno de los mejores consejos en relación con la luz es: olvídate del flash y las luces artificiales tipo fluorescentes y, siempre que sea posible, apuesta por la iluminación natural (desde la parte de atrás o desde un lateral, utilizando, por ejemplo, la luz desde una ventana).
Plano cenital, apuesta (casi) segura
Como habrás podido comprobar, un gran porcentaje de las fotos de comida está sacadas desde un plano cenital, es decir, desde arriba. Con esta perspectiva las imágenes suelen ganar en vistosidad, así que, en caso de duda, es buena idea apostar por este tipo de planos.
Cuantos menos filtros, mejor
Sabemos que los filtros pueden hacer maravillas en una foto… siempre que sepamos usarlos bien. Si no terminamos de controlarlos, el resultado puede ser el opuesto: un plato absolutamente artificial y nada atractivo. Por ello, es preferible no utilizar los filtros en exceso y jugar más con retoques como brillo, contraste, saturación…
Cuidado con las salpicaduras
Esto lo hemos visto muchas veces en los talents culinarios de la tele: cómo los concursantes, antes de presentar el plato al jurado, se afanan en limpiarlo bien de salpicaduras o restos de comida. Es cierto que muchas cuentas foodie apuestan por una pretendida naturalidad en las fotos, donde pueden observarse restos de comida, migas, gotas… y, sin embargo, son imágenes muy bonitas. Pero, precisamente lo son, porque en la mayoría de los casos esa supuesta naturalidad no tiene nada de improvisado. Son fotos que buscan ese efecto. El problema es que si no tenemos experiencia en este campo… mejor no arriesgar.
Presta atención al menaje
Apostar por vajillas bonitas siempre es un plus para las fotos. Eso sí, recuerda que aquí lo importante es la comida. Una buena opción en este sentido podría ser utilizar elementos de menaje en colores suaves, que creen armonía con los alimentos (los verdaderos protagonistas).
Fotos en ‘movimiento’, un plus
Unos huevos ‘Benedictine’ cuya yema se ‘desparrama’ sobre el pan; un coulant de chocolate de cuyo interior empieza a emanar el chocolate líquido cuando hincamos la cucharita… captar ese tipo de momentos con la cámara puede dar lugar a ‘fotones’ que son puro foodporn (uno de los hashtags gastro más utilizados en Instagram).
Atención a los hashtags
También son muy habituales otras etiquetas como #foodie, #instafood, #yummy… No dejes de utilizarlas a la hora de publicar tus fotos. Y si el lugar donde has tomado tu imagen es un restaurante, recuerda indicar la ubicación del local o hacer mención a su cuenta.
Recetas que son ‘caballo ganador'
Además de la calidad de las fotos, hay determinado tipo de recetas que por sí mismas suelen funcionar mejor que otras en redes sociales. En este sentido tenemos, por un lado, opciones no demasiado 'amigas de la línea' pero muy tentadoras y vistosas (todo tipo de postres -tartas, pancakes, gofres, helados…-, hamburguesas, pizzas, etc), y por otro, todo lo relacionado con el mundo healthy: smoothies, práticamente cualquier receta con el omnipresente aguacate, los bowls más variados (pokes, buddha bowls), sushi, etc. Si estas recetas van, además, acompañadas de una buena foto, ¡el éxito está prácticamente asegurado!