Carme Ruscalleda cerrará su restaurante ‘Sant Pau’ el próximo otoño
Lo hará el próximo 27 de octubre, día en que se servirá la última cena en este premiadísimo restaurante, que precisamente este año, celebra sus 30 años de historia. Así lo ha anunciado la prestigiosa cocinera catalana en un comunicado de prensa, donde también explica los motivos que le han llevado a tomar esta decisión.
“¡No nos jubilamos! Vamos a reinventar nuestros compromisos profesionales y a darle más recorrido, contenido y futuro a nuestro departamento ‘Cocina Estudio’. Emocionados les comunicamos esta decisión profesional desde la perspectiva de un recorrido de 30 años, de una historia de éxito y de vivencias extraordinarias al frente del Sant Pau de Sant Pol de Mar”.
Quería dejar muy claro Carme Ruscalleda en el comunicado que esta mañana ha enviado a la prensa que el cierre de su afamado restaurante barcelonés (uno de los 11 que en España lucen tres estrellas Michelin y el único dirigido por una mujer cocinera) no supone su retiro del mundo de la gastronomía. Pero, ¿qué lleva a una chef de grandísimo éxito a cerrar las puertas de un establecimiento con una enorme demanda de público? (conseguir mesa en fin de semana en Sant Pau puede suponer una espera de más de cinco meses)…
Simplemente se trata del “fin de una etapa”, fruto de un gran proceso de meditación, asegura la catalana. “Los 30 años del Sant Pau nos conducen a una reflexión que creemos lícita y natural. Llevamos los dos (Carme hace referencia a ella y a su marido, Toni Balam, pieza fundamental en el restaurante) una vida compartida y laboral de 50 años, por la que nos sentimos llenos de vida e ilusión, estamos agradecidos a la suerte que nos acompaña”, según se explica en el comunicado.
En él también se deja claro que, a pesar de que el próximo día 27 de octubre, Sant Pau servirá su última cena, Ruscalleda sí que seguirá manteniendo el resto de sus negocios: tanto el Sant Pau de Tokio (en 2004 abrieron ‘sucursal’ en la ciudad nipona, un local que hoy día cuenta con dos estrellas Michelin), así como toda oferta gastronómica del Hotel Mandarin Oriental de Barcelona (entre cuyos restaurantes se encuentra Moments, donde también brillan dos estrellas de la Guía Roja, y cuyos fogones capitanea con éxito el hijo de Ruscalleda, Raül Balam. Por cierto que su otra hija, Mercè Balam, abrirá, junto a su marido, Albert Rovira, un bar con jardín en el espacio que hoy ocupa Sant Pau.
“No queremos cortar el cordón umbilical que nos une a la cocina y a la gastronomía”, afirma la chef, y añade que prueba de ello es también "nuestra colaboración este verano en el Restaurante Odyssey de Joël Robuchon en el Hotel Metropole de Monte-Carlo con un pop-up durante los meses de julio y agosto para el servicio de cenas”.
Todos esos proyectos seguirán gestionados desde Cocina Estudio, el departamento al que hacía mención la chef, creado hace 15 años, y desde donde se gestionan todas sus líneas de negocio, así como el diseño de menús, nuevos platos, etc.
Un comunicado que finaliza Ruscalleda reafirmándose en ese ánimo claro de continuar vinculada con todo ese público gourmet que tanto ha disfrutado y sigue disfrutando (entre ellos, personajes tan conocidos como Jordi Cruz) de la creatividad y saber hacer culinario de esta cocinera genial. “Seguimos en contacto con ustedes. Continuamos trabajando para ustedes”, concluye.
Un menú sano, variado y muy sabroso, con el sello 'Ruscalleda'
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