Este mismo verano abría sus puertas una nueva ‘sucursal’ (la primera en Barcelona) de ‘Rocambolesc’. La famosa heladería capitaneada por el maestro repostero Jordi Roca y su mujer, Alejandra Rivas, no ha dejado de cosechar éxitos desde su inauguración en 2012 en la ciudad de Girona. Tanto es así que pronto comenzó a expandirse con la apertura de nuevos locales (uno en Platja D’aro, en la Costa Brava, y otro en Madrid, a principios de 2015). Hace un mes escaso le tocaba el turno a la Ciudad Condal, y lo hacía además con la presentación de la última ‘creación heladera’ de Roca: un polo cuya forma emula la silueta del conocido modelo Andrés Velencoso. Lo que empezó como una conversación de broma entre el top y el pastelero terminó fructificando en un divertido polo llamado ‘VelenCoco’, elaborado a base de coco, leche, un punto de canela y cáscara de limón.
Una simpática propuesta que se suma a las ya diseñadas con anterioridad por Roca: los polos inspirados en ‘Star Wars’, en la conocida serie ‘Juego de Tronos’… Recordemos que Jordi es el encargado de la parte dulce del prestigioso restaurante ‘El Celler de Can Roca’; si hay algo que le sobra es creatividad. Tampoco le falta al catalán sentido del humor: sólo hay que pensar en otro de sus famosos helados, el ‘Rocanas/Rocatocha’, elaborado a partir del molde de su propia nariz… Originales diseños que se suman a sabores más tradicionales en la carta de las heladerías ‘Rocambolesc’: yogur, vainilla, chocolate, manzana al horno… En definitiva: calidad, innovación y muchas ganas de pasarlo bien, para un divertido y delicioso concepto de heladería.
Nos trasladamos ahora al corazón de Logroño. En su preciosa calle Portales, se ubica una de las mejores heladerías del país, Della Sera (Calle Portales, 28. Logroño.). Aquí, en un espacio sin pretensiones de la capital de La Rioja, Fernando Sáenz y Angelines González sirven originales e irresistibles creaciones en forma de helado como el de ‘mazapán Riojanito’, el de ‘crema de frambuesas maceradas en vinagre balsámico de Haro’, el de ‘sorbete de melón-melante’ (moscatel de Calahorra) o el ‘zurracapote’. Estas son, aunque varían semanalmente, algunas de las propuestas de esta innovadora heladería riojana que no deja indiferente a nadie, elevando una oferta típicamente veraniega a un producto de culto anual. Sáenz y González forman un tándem personal y profesional que rezuma pasión y, junto a ellos, también suenan nombres de la alta gastronomía española como Andoni Luis Aduriz o Francis Paniego, que han colaborado en la elaboración de los productos de temporada con los que elaboran sus creaciones.
Con el empeño de que el helado no sea exclusivamente un producto para el verano, aunque sea ahora cuando más nos apetezca, en Mistura, una de las heladerías (tienen tres locales) más famosas de Madrid, quieren ensalzar el concepto de helado personalizado y diseñado por uno mismo. El resultado es una mezcla del sabor y topping, realizada a mano y con ayuda de dos espátulas, sobre una lasca de piedra de granito a -20ºC para potenciar la cremosidad y textura del producto final. Puro espectáculo. Y es que en ‘Mistura’, que en portugués significa ‘mezcla’, elaboran helados artesanales, sin aditivos artificiales y con materias primas obtenidas siempre de proveedores locales. Sabores como yogur, avellana, café, pistacho… y toppings con los que personalizar tu helado como nueces caramelizadas, coco o mermelada de frambuesa garantizan que se cumple lo que predican sus jóvenes dueños, Carlos Sotomayor y Carmelo Rodríguez, en relación a lo tradicional, lo natural y lo artesano.
Desde 1911 lleva la heladería Nossi-bé agasajando al pueblo vizcaíno en un local que abrió como tostadero de café, pastelería artesanal y bombonería, y que aún hoy en día conserva gran parte del atrezzo y la decoración de la tienda original. Aquí se gestó la historia de Victoriano Ortiz, uno de los más veteranos maestros heladeros de nuestro país; hoy es su hija, Esther Ortiz López, la actual maestra heladera del local. Investigación y técnica en la creación de nuevos productos sin renunciar a la elaboración artesanal del helado es la máxima de Ortiz López, máxima que cumple a juzgar por creaciones tan populares y sorprendentes como el ‘helado de chipirones’, el de ‘foie’ o el de ‘huevos a la trufa’. Mención aparte reciben también sus helados basados en quesos, como el de ‘Idiazábal con nuez y membrillo’ o el de ‘queso Roquefort con uvas pasas’. O el inspirado en el mundo de los ‘superalimentos’, como el ‘sorbete de uvas con alga espirulina’, que es rico en fibra y antioxidantes. Una deliciosa, arriesgada y saludable propuesta que cuenta con la aceptación de crítica y sobre todo, de público.