Planes con sabor: viaje ‘gastro’ por Ibiza y Formentera
Por sus aguas cristalinas, sus tradicionales pueblos y su arraigada cultura, las Islas Pitiusas son uno de los destinos más atractivos del Mediterráneo. La gastronomía es también otro de los grandes reclamos de este ‘paraíso terrenal’, con propuestas para todo tipo de paladares.
Asociados de forma inequívoca al verano, nombres como Ibiza o Formentera nos transportan directamente a un paraíso mediterráneo repleto de playas de fina arena y calas de aguas turquesas. Pero más allá de disfrutar de más de 300 días de sol al año, en las Pitiusas también se puede comer, y comer muy bien, gracias a una oferta gastronómica donde confluyen desde la cocina más clásica, arraigada a las tradiciones locales, hasta la alta cocina de vanguardia o las experiencias ‘gourmet’ más glamourosas y ‘chic’.
Entre estas últimas, destaca por ejemplo, la propuesta ofrecida por el lujoso hotel ‘Ushuaïa Beach Hotel’, ideal para comenzar el día disfrutando de un verdadero homenaje gastro. Nos referimos a su conocido como ‘The Unexpected Breakfast’, el desayuno más divertido, inesperado, original, variado y exclusivo que cada mañana se sirve en este conocido hotel ibicenco. Entre su extensísima y apetecible oferta podemos encontrar desde una máquina de algodón, un carrito de helados, una fuente de chocolate caliente con frutas, cócteles especialmente diseñados para la mañana, batidos détox, un rincón gourmet para aquellos que les gusta disfrutar de un desayuno a base de caviar y ostras, otro para quienes optan por saborear tiernos cortes de carne preparados al gusto… Un concepto de desayuno diferente, perfecto para celebrar las vacaciones como se merecen y hacerlo, además, con unas magníficas vistas a la popular Playa d'en Bossa.
Plagada de contrastes, también en lo gastronómico, lo bueno de Ibiza es que lo mismo podemos tomar el desayuno más cool de la isla, que comer una deliciosa paella con los pies en la arena en un local sin pretensiones y, más tarde, cenar tapas de autor de la mano de un chef con estrellas Michelin.
Precisamente con el fin de disfrutar de un buen arroz frente al mar, ponemos rumbo ahora hasta Es Torrent. Y es que, ubicado en un enclave privilegiado, aquí pueden presumir de ofrecer algunos de los mejores arroces de la isla. Un chiringuito con alma de restaurante, o viceversa, donde gente de la tierra (hijos y nietos de pescadores) dan vida a platos 100% mediterráneos: parrilladas, casi cualquier tipo de arroz, mariscos y pescados frescos, incluidos los ‘raons’ –en temporada-, cocinados de forma sencilla y tradicional.
Con sabor a mar, aunque sin poder verlo, encontramos el restaurante Pou Des Lleó, que también es un pequeño y antiquísimo hostal de los que no suelen aparecer en las guías como lugares de moda, sino que permanecen como secretos bien guardados generación tras generación. Pescados de la isla suministrados cada día, ensaladas de la huerta y platos tradicionales ibicencos, como el ‘flaó’, el postre típico a base de queso.
Con una apuesta mucho más sofisticada que la de sus compañeros de listado, Vi Cool, el restaurante de Sergi Arola en el hotel Aguas de Ibiza, firma una propuesta desenfadada con deliciosos platos como la ‘coca pizza de salmón con teriyaki’, el ‘carpaccio de rape’, la ‘escalibada con aceite de ajo y perejil’ o las ‘vieiras con puré de mango, puntas de espárragos verdes, algas y sésamo’, servidos con impresionantes vistas al mar en particular y a la isla en general desde la azotea del hotel. No hay que perderse la oferta de cócteles, entre los que destacan ricos combinados como el ‘Ibiza Sling’ o el ‘Romero y Julieta’.
LA ISLA BONITA… Y DELICIOSA
A menos de media hora en ferry desde Ibiza, desembarcamos ahora en el Puerto de la Savina, en Formentera. La pequeña de las Islas Pitiusas es (casi) uno de los últimos reductos vírgenes del Mediterráneo. Formentera es perfecta para empezar de cero y para comer bien. Y es que, en apenas 80km2 de territorio, caben desde estrellas Michelin, como la que luce Can Dani, a chiringuitos hippies como el Blue Bar, hasta leyendas relacionadas con Bob Dylan y sus visitas a la Fonda Pepe (Sant Ferran Major, 68. Sant Ferran) durante la época en la que el músico vivió en Formentera. Hoy la fonda sigue siendo tan popular como lo era entonces, un espacio por donde parece que no haya pasado el tiempo. Tampoco lo ha hecho en su carta, que sigue sirviendo comida casera hasta bien entrada la noche. En verano, su terraza es una de las más cotizadas.
Ajenos a la corriente de modas y tendencias y fieles a su espíritu clásico, en Can Forn (Carrer Major, 39, Sant Ferran) y en Can Rafalet aún se puede encontrar lo mejor de la gastronomía tradicional como el ‘Guisat’, ‘Bullit de Peix’ o las ‘herbes dolces’ a precios razonables.
Otra buena opción para comer junto al mar es reservar una de las codiciadas mesas del restaurante Sa Platgeta. Aunque tienen carta, lo mejor es dejarse guiar por las opciones de pescado del día que preparan de forma tan sencilla como sublime. Pura esencia mediterránea.
Formentera: paraíso natural y gastronómico