Planes con sabor: gastronomía con dos palillos en Tokio, Kioto y Osaka
Sushi, ramen, carne de Kobe, tempura y sake, mucho sake. Hace ya algunos años que la gastronomía japonesa disfruta de uno de los momentos más punteros a nivel mundial y así lo atestiguan restaurantes de sus tres ciudades más representativas donde merece, y mucho, reservar mesa. Hoy nuestra agenda ‘gastro’ viaja al lejano Japón para comer con dos palillos
Nadie que haya estado en Tokio habrá, seguramente, dejado de visitar su espectacular Tsukiji (lonja de pescado), donde la subasta de atún es uno de los mayores atractivos. Lo cierto es que si has estado en cualquier lonja del Mediterráneo el tema es bastante parecido, pero sin duda merece la pena vivirlo. Además en 2016 la lonja será reubicada, así que no quedan muchos meses para visitarlo tal y como está ahora. Y ya que hemos llegado hasta aquí (¡y encima tan temprano!), podemos aprovechar para desayunar en cualquiera de las izakayas (típicas tabernas japonesas) que rodean el mercado, hay muchas y es cierto que en todas se come muy bien y a muy buen precio, aunque Sushi Dai puede que sea la mejor. La popularidad de esta taberna es tan grande que desde bien temprano se forman colas en su puerta. ¡Su fama le precede! Es uno de los mejores lugares de Tokio donde probar el delicioso Otoro (un corte del atún con bastante grasa que suele ser uno de los más caros). Y es que seguramente habréis oído que comer en Japón es tan caro, o tan barato, como quiera pagar el comensal, de ahí que existan desde restaurantes pequeñitos y a pie de calle donde disfrutar en la barra de un buen sushi como si fuera un pincho de tortilla, hasta opciones mucho más ‘insider’ con inolvidables menús degustación.
Un buen ejemplo de lo primero es el restaurante Standing Sushi Bar (ubicado cerca de Shibuya en el 25-6 Udagawacho, Shibuya-ku), donde no hay asientos y debes comer de pie eligiendo los cortes de pescado de la barra (su salmón es sublime). Y un buen ejemplo de lo segundo es el restaurante Kyubey, del maestro tokiota Yousuke Imada y su selecto equipo de chefs que solo cocinan pescados locales de temporada. Ofrecen varios menús degustación aunque ya que hemos llegado hasta aquí merece la pena disfrutar del ‘omakase’, el más completo (16 platos, 90€ aproximadamente). La experiencia sin duda merece la pena. Comes descalzo, sentado frente a la barra mientras tu propio chef te cocina todos los platos del menú delante de ti y solo para ti. Un antes y un después en la experiencia de comer sushi y beber sake (pide que te orienten y aconsejen para maridar el menú).
Pero como no solo de pescado crudo vive el hombre, aunque por poder, podríamos, el restaurante Sense (1 estrella Michelin) sirve, desde su privilegiada ubicación de la planta 37 del hotel Mandarin Oriental, lo mejor de la gastronomía cantonesa en el corazón de Tokio. Ofrece diferentes opciones de menús (desde 100€) basados en platos clásicos como el pez Napoleón o recetas a base de las verduras chinas, aunque también hay alguna opción más modernizada. Hay que probar las ‘chuletas de cerdo con escabeche de mostaza’ y disfrutar de uno de los ambientes con más glamour de la capital.
Antes de abandonar Tokio con destino Kioto, una visita al Museo del Ramen en Yokohama puede convertirse en toda una experiencia dentro de un viaje gastronómico por Japón. Se trata de una nave industrial reconvertida en parque temático del ramen (incluida una reconstrucción de callejuelas de Tokio pre Guerra Mundial).
Y en Kioto, una de las primeras percepciones que sorprende a nivel gastronómico es que aquí no se estila tanto comer sushi. Sin embargo encontramos deliciosas alternativas al pescado crudo. Dos de las mejores son la irresistible carne de Kobe o la tempura. Para lo primero, Manzara Honten es el lugar donde reservar. Puedes comer en la barra o bien en sus coquetos y privados reservados. Esta bonita izakaya es uno de los mejores lugares de Kioto en relación calidad-precio, además, se come de maravilla y la decoración es sencillamente preciosa. No hay que dejar de pedir sus sabrosísimas ‘croquetas de cangrejo’ y por supuesto, su propuesta de carne, que si bien no es de denominación de origen Kobe, sí que es de origen local (Kyoto), igualmente deliciosa y más económica. La sirven cortada de forma muy fina y con una pequeña barbacoa (sería lo más parecido al chuletón a la piedra que tenemos en España), y lo cocinas a tu gusto.
Y en un escondido córner del hotel Ritz Carlton Kyoto se encuentra la barra de Tempura Mizuki, donde se prepara una deliciosa tempura ‘al estilo Kappo’, en la que el chef prepara la comida directamente en frente de los comensales. Poseen un menú degustación para comida y cena (desde 70€) y solo utilizan los ingredientes locales más frescos. Todo un ritual gastronómico al que sin duda merece la pena acudir.
Osaka es una de las ciudades más gastronómicas del mundo, a la altura de Nueva York, Londres, Hong Kong o Madrid. Con una identidad ‘foodie’ muy presente, a sus habitantes les gusta comer mucho y comer bien; como ellos mismos se identifican, son 'kuidaore', o lo que es lo mismo, comen hasta que no pueden más. La ciudad ofrece un triunvirato irresistible; comida rápida como su ‘okonomiyaki’ (una especie de pizza japonesa que lleva, literalmente, de todo); el ‘tako yaki’ (una bola deliciosa a base de pulpo); y su ‘kushikatsu’ (pinchos empanados y luego fritos) como los que se pueden degustar y disfrutar en el restaurante Daruma uno de los preferidos por Ferran Adrià.
Otra de las experiencias gastronómicas por excelencia es la que se puede vivir en el restaurante Hanagatami y más específicamente en su barra de sushi, en el corazón del hotel Ritz Carlton de Osaka. Se trata de un concepto muy similar al de Kyubey, en Tokio, pero con pescados aún más especiales (mucho más difíciles de encontrar y aún más caros). Poseen también un sumiller de sake que, además de aconsejarte el mejor para acompañar tu menú degustación de más de 15 platos (110€ aproximadamente), hará que aprendas a amar esta tradicional bebida japonesa para siempre.