Gastronomía de altos vuelos: ¿Comer en un avión y, además, hacerlo bien? ¡Una 'sabrosa' realidad!
Disfrutar de una comida como si estuvieras en un restaurante con estrella Michelin, pero a 30.000 pies del suelo. Aunque pueda sonar poco probable, en realidad no lo es. Algunas compañías aéreas llevan años empeñadas en lograr que comer a bordo de un avión sea una experiencia gastronómica de altura –nunca mejor dicho-. Y de momento, parece que lo están logrando.
Comida de avión. Sabemos los sentimientos enfrentados que provocan estas tres palabras. De hecho, un reciente estudio de la Universidad de Cornell parece dar en el clavo sobre la tan traída y llevada mala fama de la comida a bordo de los aviones. Resulta que, el ambiente ruidoso, seco y hasta claustrofóbico que se experimenta dentro de la cabina realmente puede cambiar el sabor de la comida que se sirve.
Sea por las condiciones a bordo o sea porque, verdaderamente, comer en una bandejita de plástico platos que se sirven en tuppers puede no ser lo más atractivo para saciar nuestro apetito, a no mucha gente le resulta agradable la comida del avión.
Afortunadamente, algunas compañías aéreas llevan años tratando de mejorar su propuesta ‘gastro’ (tanto en clase turista como en business) para que comer a bordo se convierta en una experiencia culinaria agradable, más allá del puro ‘trámite’ de alimentarse.
Uno de los ejemplos más notables es el que encontramos a bordo de los aviones de Air France, tanto en corto como en largo radio. Embajadora de la gastronomía francesa en el mundo, en sus vuelos el pan y la bollería se sirven calientes, recién sacados del horno (vive la France!). Además, los clientes disponen de una carta de vinos y champagnes particularmente refinada gracias a la selección efectuada por Paolo Basso, elegido mejor sumiller del mundo 2013. Con Air France, además, quienes viajen en las clases ‘La Première’ o ‘Business’ (en vuelos de larga distancia) disponen de un servicio de mesa que lleva la firma del prestigioso diseñador francés Jean-Marie Massaud.
Por su parte la aerolínea holandesa KLM ofrece desde finales de enero y hasta el próximo 26 de octubre de 2015, menús elaborados por el chef holandés con tres estrellas Michelin Jonnie Boer en la clase ‘World Business Class’ (en los vuelos de largo alcance desde Ámsterdam). Mucho menos mediático que algunos de sus colegas de profesión, Jonnie Boer es dueño y propietario del Restaurante 'De Librije', en la ciudad holandesa de Zwolle, premiado con tres estrellas Michelin.
Por su parte, Turkish Airlines es una de las aerolíneas que más premios ostenta en el ámbito gastronómico, entre los que destacan el de ‘Mejor Business Class Catering’, otorgado en 2013 y 2014 por la prestigiosa auditoría británica ‘Skytrax’ (dedicada al análisis y comparación en materia de calidad de las diferentes aerolíneas y aeropuertos de todo el mundo).
Que a bordo de Turkish se come bien es un secreto a voces. Y es que la aerolínea turca sabe muy bien cómo mimar al pasajero, tanto en turista como en business, y por eso incluye detalles que van desde delicias turcas de bienvenida, hasta zumos exprimidos en todas las clases, a manos de su empresa de catering Turkish Do&Co, centralizada en Estambul.
La importancia de la gastronomía para la aerolínea queda patente en casos como su reciente patrocinio del evento gastronómico ‘Madrid Fusión Manila’, celebrado el pasado mes de abril. En el apartado de bebidas, y a pesar de ser una compañía turca, Turkish se enorgullece de servir, en su clase business, el tempranillo de las Bodegas Beronia, un Rioja del 2009, algo que nosotros aplaudimos.
Y con Qatar Airways llegó el exotismo. ‘Pez globo a la plancha’, ‘Pollo teriyaki templado y bocadillo de tomate al horno’, ‘Lomo de salmón ahumado con foie gras y ensalada de setas y cebollino’… Platos tan exquisitos como estos (y solo es una breve muestra), son algunos de los que podemos encontrar a bordo de los aviones de la aerolínea qatarí en sus clases ‘Primera’ o ‘Business’. Y es que el compromiso con la excelencia ‘gastro’ por parte de Qatar es innegable, pero no solo en el ámbito gastronómico, ya que en 2012 fue reconocida como ‘Mejor Aerolínea del Año’ por los ‘Oscars’ de la aviación que concede la mencionada ‘Skytrax’.
Otra de las mejores aerolíneas europeas destaca por su empeño en el diseño y la excelencia gastronómica. Hablamos de Finnair, que a principios de este año 2015 anunciaba su colaboración con algunos de los principales restaurantes finlandeses: Nokka, GW Sundmans, Savoy y Fishmarket. Sus chefs han diseñado los menús de la firma que están disponibles en la clase business de los vuelos de larga distancia desde Helsinki. Como parte de la colaboración, Finnair también ofrecerá menús especiales para celebrar la llegada del nuevo avión Airbus A350, así como la Navidad, una fecha más que representativa en el país nórdico.
Por su parte, la considerada como 'mejor compañía aérea del Océano Índico’, Air Mauritius, puede presumir de servir a bordo vinos seleccionados por David Biraud, nombrado ‘Mejor Sommelier de Francia 2002’ y ‘Mejor Sumiller Joven de Francia en 1998’.
Una muestra más de cómo excelencia gastronómica y comida de avión no tienen porqué ser necesariamente conceptos antagónicos. De hecho, la combinación de ambos puede dar lugar, tal y como hemos visto, al más sugerente de los 'matrimonios'.