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Ubicada frente al estadio Santiago Bernabéu y con un interiorismo muy acogedor, el restaurante Six (www.sixrestaurante.com), de reciente apertura en Madrid, cuenta con una bonita terraza acondicionada para los días más fríos. Se trata de un local bastante ‘casual’ perfecto para disfrutar de una buena cocina. Aquí predomina el producto de mercado, que se puede tomar tranquilamente tanto sentados como de pie. Sus puntos fuertes son el bonito carro de perritos calientes que montan los días de partido, así como el haberse convertido en uno de los lugares ‘top’ para tomarse la primera copa de la noche en fines de semana.
Y de terrazas y de fines de semana saben mucho en el ‘Hotel Room Mate Óscar’ (http://oscar.room-matehotels.com/), que también ha acondicionado su fabulosa terraza –muy de moda en verano- para que pueda ser disfrutada los 365 días del año. Todo un oasis en el centro de Madrid con unas espectaculares vistas y una más que interesante carta de cócteles.
Y sin cambiar de ciudad pero sí completamente de tercio, hacemos un alto en el camino en la terraza más urbana de Madrid, la del Mercado de San Ildefonso (www.mercadodesanildefonso.com/), en plena calle Fuencarral. Para hacer frente a las frías temperaturas del invierno, se ha cubierto un patio interior que resulta perfecto para tomar el aperitivo, cenar o brindar con las primeras copas de la noche. Aquí se respira un ambiente informal y cosmopolita donde las hamburguesas de ‘Gancho y Directo’, el steak tartar de ‘Bovinus Luxury’ o las ‘gambas a puñados’ servidas en el típico cucurucho de papel de estraza son algunas de las propuestas ‘gastro’ del mercado, y por supuesto de su terraza.
En Barcelona, la cosa va de hoteles. Aquí encontramos algunas de las mejores terrazas de invierno en lugares de moda como el Hotel W Barcelona, que gobierna la playa de la Barceloneta con su imponente presencia en forma de vela. En Wave (www.w-barcelona.es/deleitar), su multidisciplinar espacio gastronómico, se puede disfrutar de una saludable gastronomía mediterránea con unas impresionantes vistas al mar (de hecho, es como si se estuviera sobre el mar). Su steak tartar y su hummus son dos de los platos que hay que probar casi de forma obligada.
Algo parecido sucede en la Terraza Martínez (www.martinezbarcelona.com/), donde se presenta una oferta gastronómica centrada en el vermú y los arroces, servida con unas hipnóticas vistas sobre la ciudad de Barcelona. Su terraza de invierno, perfectamente acondicionada, se ha ganado de la fama de ser uno de los lugares más ‘cool’ donde deleitarse con una buena paella. ¿Quién necesita que sea verano?
En Ni Neu (www.restaurantenineu.com/restaurante/), San Sebastián, pueden sentirse orgullosos de tener una de las terrazas, de verano e invierno, da igual, con las más privilegiadas vistas de la ciudad que apuntan directamente a míticos edificios como el hotel María Cristina o el Teatro Victoria Eugenia. Brisa marina, un buen desayuno, algo de picoteo (tienen un excelente menú degustación de mini platos por 12,50€) y hasta un gin tonic al abrigo del Kursaal.
En Copa de Balón (www.encopadebalon.com/es/), de vuelta a Madrid, es un rompedor modelo de negocio que busca acercar la cultura del vino a todo el público a través de una completa y variada carta de vinos a precios imbatibles, y que se pueden degustar en la terraza de invierno de sus tres locales. Mantas, setas de calor y la misma carta que en el restaurante, los precios rondan desde los 4,40 euros de la botella de vino más joven hasta los 900 euros de un Chateau Lafite Rothschild.
Semiacristalada, con setas calefactoras, chimeneas de leña y suaves mantas y fundas de piel sobre las sillas, la terraza de Café Pino es otro de los refugios madrileños perfectos para las largas tardes de invierno. Y si lo que prefieres es disfrutar de un desayuno especial, su propuesta te resultará irresistible: huevos de corral, tomates de la huerta y panes de pueblo. Para la hora del almuerzo nada como una de sus sabrosas pizzas en horno de leña.
Y de Saporem (http://the-saporem.tumblr.com/) hay muchas cosas que nos gustan, pero su precioso patio se lleva la palma. Será por su idílica iluminación, su bonita decoración o porque verdaderamente aquí se come muy bien (el ceviche picante de la casa es un ‘must’), que esta terraza de invierno de la capital nos tiene enamorados.
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