‘Top Chef’: Fran regresa a los fogones del programa tras una disputada repesca

Los ex concursantes que ya habían sido expulsados del ‘talent show’ se batieron para hacerse de nuevo con un hueco en la competición

Por hola.com

La undécima entrega de ‘Top Chef’ tuvo anoche un nombre propio: repesca. El programa quiso dar a los concursantes ya eliminados la oportunidad de ‘batirse’ para conseguir la única plaza que daba acceso directo de nuevo a la competición. Así que allí estaban una vez más Joaquín, Pablo, Teresa, Rebeca, Honorato, Marta, Fran, Inés y Carlos, haciendo elucubraciones sobre quién regresaría a ‘Top Chef’, mientras se dirigían a la ‘Escuela Internacional de Cocina de Valladolid’. Éste iba a ser el escenario de la primera prueba. El reto en esta ocasión no parecía entrañar demasiadas dificultades: preparar un plato donde el cordero fuera el ingrediente principal.

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Tal vez lo más complicado sería enfrentarse al implacable jurado que juzgaría sus platos, esto es, los cuatro concursantes que aún quedaban en competición: David, Marc, Víctor y Peña, quienes, por cierto, no parecían muy emocionados con esta repesca, por considerarla injusta.

Los ex concursantes se pusieron manos a la obra. Y lo que en principio se presentaba como una misión más o menos sencilla, terminó convirtiéndose en una prueba que, en términos generales, no se saldó con ningún plato brillante. ‘El nivel ha sido muy flojo, estamos bastante sorprendidos’, decía el casi siempre templado y diplomático David tras la cata de los nueve platos.

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Igual de sorprendidos y decepcionados parecían los miembros jurado: ‘Me estoy poniendo de una leche… cómo es posible que cocineros que han pasado por 'Top Chef' presenten esto’, decía un enfadado Chicote, tras probar las primeras recetas presentadas.

Así las cosas, Marc, David, Víctor y Peña no lo tuvieron nada fácil a la hora de elegir los cuatro mejores platos que pasarían a la segunda prueba. Finalmente, moviéndose entre la estrategia y la honestidad a la hora de juzgar la calidad culinaria, tomaron su decisión. Los ‘aprobados’ serían Fran y su ‘Royal de lechazo con guiso de trigo’; Inés, con su ‘Cordero lechal asado a baja temperatura con coco, puerro y curry’; Carlos y su ‘Cordero con bizcocho de shiro miso y salsa de sandía’ y Teresa, quien presentó un ‘Lomo de lechazo con vainilla y cuscús’. Los cuatro deberían hacer frente a un segundo reto del que, esta vez sí, saldría el nombre definitivo del ‘repescado’.

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‘Tenéis que hacer un plato que sea vuestra cocina, vuestra filosofía, que os represente. Tenemos que ver vuestra cocina en los platos que presentéis’, les anunciaba Chicote. Aquello sonaba demasiado sencillo. ‘Aquí hay gato encerrado, esto es Top Chef’, se barruntaba Carlos, no sin razón.

Y es que, tras los 20 primeros minutos de la prueba, cuando los concursantes habían elegido sus ingredientes y comenzado a cocinar su plato soñado, llegó el giro previsible: cada uno de ellos debía moverse a la mesa de trabajo colocada inmediatamente a su derecha y continuar cocinando con lo que allí encontrara. ‘¿Se puede llorar?’, preguntaba, divertida, Teresa, dueña de una cocina eminentemente tradicional, al ver que debía enfrentarse a la receta que había comenzado Carlos (un plato a base de ostras con mil y un ingredientes orientales, muy en su línea asiática habitual). Por su parte, a éste último le tocaba continuar con el pollo en pepitoria que había comenzado a cocinar Fran (todo un reto, pues su punto fuerte no es precisamente la cocina clásica).

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Inés también encontró serias dificultades con el plato de caza que había dejado a medias Teresa, puesto que se topó con una olla exprés funcionando a pleno rendimiento, sin conocer qué ‘escondía’ su interior. Por último, Fran, tuvo que adaptarse al plato de vieiras que había comenzado a cocinar Inés.

Una prueba realmente complicada de la que, en mayor o menor medida, supieron salir airosos. ‘Encontrarte con elementos que no son los tuyos tiene un gran dificultad y habéis respondido correctamente, así que por mi parte, enhorabuena a todos’, les felicitaba Chicote, tras la cata por parte del jurado de los cuatro platos. Y Yayo añadía, visiblemente emocionado, ‘todos los que estáis aquí tenéis categoría para aburrir, cualquiera podríais estar en la fase final’.

Pero había que decidirse. La primera en volver a dejar sus cuchillos fue Teresa, cuyo plato resultó el menos convincente de los cuatro para el jurado. ‘Esta segunda oportunidad ha sido un regado, me voy contenta, agradecida y feliz’, aseguraba la manchega.

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De los tres restantes, el siguiente ‘menos bueno’, fue el de Inés. ‘Me da pena irme, pero soy realista. Mi plato no es merecedor de estar en 'Top Chef’, decía con honestidad. Tan sólo quedaban Fran y Carlos. ‘Os veo y se me ocurre y sería una final bestial’, les comentaba Chicote. Y continuaba, ‘los dos habéis hecho un gran trabajo, pero hemos visto más el cocinero que conocemos en el plato de Fran así que, eres tú quien vuelves con nosotros a la competición’. Veredicto ante el que el salmantino no pudo contener la emoción.

De este modo, el ‘gran rival’ (su salida fue, sin duda, una de las más inesperadas dado su evidente talento culinario) volvía a coger sus cuchillos. Algo que, una vez más, como ocurriera en el programa pasado, Carlos no supo encajar con deportividad. ‘Que pase Fran… yo no lo veo. Son unas vieiras con un puré de coliflor. Dime cuál es el alma, ¿dónde está el triunfo?’, decía el valenciano manifiestamente indignado, mientras que Marc se mostraba absolutamente feliz tras la segunda expulsión en menos de siete días de su ‘eterno rival’. ‘Adiós, Carlos, adiós’, decía con sorna el catalán, luciendo una maliciosa sonrisa…

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Así, Fran se reunió con el resto de sus compañeros que, a pesar de las reticencias iniciales, recibieron a su antiguo compañero entre sonrisas ya abrazos.