Si hay una época del año en la que se disfrutan las cremas y sopas frías ——al igual que las ensaladas— ese es el verano. Porque son muy refrescantes. Pero además, resultan —generalmente— ligeras y sencillas de elaborar. Suelen ser nutritivas, poco calóricas —porque se cocinan a base de verduras y, en ocasiones, frutas— y al ser líquidas, contribuyen a hidratar el cuerpo, esencial en verano. Más ventajas: suelen ir ‘cargadas’ de vitaminas y antioxidantes. Para añadir facilidades a este tipo de recetas, se transportan fácilmente y con seguridad en termos que se venden en cualquier supermercado. De modo que te los puedes llevar al trabajo, de picnic o incluso como aportación a una cena con familiares o amigos. La más popular —y más española— de las que conocemos es el gazpacho. Pero no es la única, ni mucho menos. Para empezar tenemos la versión cordobesa que es el salmorejo, más denso y contundente que el anterior, pero igual de rico y también a base de tomates.
Este tipo de recetas son una forma excelente de que los niños prueben y se acostumbren a distintos sabores, sin ver el aspecto ‘verde’ de las verduras, al que a veces parecen alérgicos. Los puerros, por ejemplo, que tal vez no les resulten apetecibles en crudo o a la plancha, les resultarán irresistibles en vichissoise. Eso sí, ha de servirse muy fría. Lo mismo que el ajoblanco, un plato también muy andaluz —¡cómo saben en el sur de comidas fresquitas!— que se elabora con almendras molidas, ajo, agua y aceite de oliva; a veces se le añade melón. Igual que a la crema de pepino con apio, receta de Karlos Arguiñano, suele ir acompaña de sandía. No te extrañe que estas dos frutas estén presentes en cremas de verano. Probablemente sean las dos frutas más empleadas en este tipo de recetas: es muy habitual sustituir melón por pepino en recetas de gazpacho. Melón y sandía son tan a menudo empleadas para estos menesteres, que cada una de ellas cuenta con sopa propia.
Las sopas veraniegas saben mucho mejor bien fresquitas y preparadas con las mejores frutas y verduras. Te recomendamos que las guardes en un frigorífico Bosch porque cuentan con el novedoso cajón denominado HydroFresh que controla la humedad existente en el cajón. De este modo las frutas y verduras duran mucho más tiempo en perfecto estado conservando todas sus propiedades y nutrientes. Con ello te aseguras tener siempre a mano los ingredientes necesarios y que las sopas frías que prepares tengan el mejor sabor.
Es aconsejable prepararlas con antelación y dejar que enfríen en el frigorífico. En los frigoríficos Bosch ahorrarás energía porque disponen de la gama más amplia y eficiente de frigoríficos. ¡Algunos consumen menos que una bombilla de bajo consumo!
Disfruta de tus mejores sopas veraniegas y refréscate durante el caluroso verano que aún tenemos por delante.