Las altas temperaturas hacen que este tipo de caldos se conviertan en una alternativa perfecta a la hora del aperitivo o como acompañamiento de los menús estivales
En esta sección de Cocina siempre te hemos contado que la mejor regla de maridaje, al final, es el gusto personal. Sin embargo, no es menos cierto que hay pautas con las que es difícil equivocarse. Así por ejemplo, hay vinos que ‘funcionan’ mejor con determinado tipo de platos o que se prestan más a determinados momentos o épocas del año. Así, los vinos blancos se convierten en una magnífica opción como aperitivo para los días más calurosos puesto que su temperatura de servicio suele ser baja (entre 6º y 10º, y nunca menos de 5º, salvo los muy dulces). Además, combinan muy bien con arroces, mariscos, pescados a la plancha o al horno…(platos menos contundentes que los propios del invierno, que en muchas ocasiones casan mejor con los tintos).
Si eres de los que disfrutas con una copa de vino blanco bien fresca, aquí debajo encontrarás algunas referencias muy interesantes, llegadas recientemente a los mercados: