Un paraíso 'helado', de la mano de Jordi Roca

El pastelero del prestigioso restaurante ‘El Celler de Can Roca’ abre una heladería donde se pueden degustar algunas de sus más afamadas creaciones de repostería

por hola.com

Pasó por todas las partidas de ‘El Celler de Can Roca’ (templo culinario gerundense premiado con tres estrellas Michelin y considerado como ‘El segundo mejor restaurante del mundo’, sólo por detrás del danés Noma) hasta que, finalmente, Jordi Roca, recaló en la sección de los postres.

Fue allí, trabajando en el apartado de la repostería del restaurante (cuyos fogones ‘capitanea’ su hermano mayor Joan Roca, y cuya bodega dirige su otro hermano, Josep) donde Jordi descubrió su vocación: el mundo de lo dulce, en el que ha ido desarrollando interesantísimas y celebradas creaciones: la adaptación de perfumes al terreno de la pastelería, el humo como elemento modificador de los sabores, el azúcar soplado en la cocina inmediata… siempre al tanto de las últimas técnicas y tendencias; siempre inquieto y buscando dar ‘un paso más allá’.

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Una inquietud que le ha llevado a enfrentarse a un nuevo y sugerente reto: la puesta en marcha de una heladería en la que el cliente pudiera degustar helados artesanos y experimentar algunas de las sensaciones que se viven a la hora del postre en ‘El Celler de Can Roca’.

El reto se ha convertido en una realidad firme: hace escasos días abría sus puertas en una de las arterias comerciales de Girona 'Rocambolesc Gelateria', un pequeño y acogedor local con una oferta breve pero realmente apetecible: seis helados diferentes, elaborados con productos naturales, servidos tanto en cucurucho de galleta como en terrina, y con precios que oscilan entre los 2,7 y los 4,5 euros. ¿Entre los sabores propuestos?: fresa, mandarina, vainilla, chocolate, manzana al horno, o su aplaudido ‘helado láctico’ (tan aplaudido que incluso la heladería ofrece la posibilidad a los clientes de llevarse los ingredientes por separado y que cada cual pueda montarlo en su propia casa). 

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Además, quien se acerque Rocambolesc también encontrará otros productos menos ‘comestibles’ como libros, perfumes… En definitiva, un dirección a tener muy en cuenta para aquellos paladares gourmet que disfrutan ‘como un niño’ con un buen helado entre las manos.