Es, sin lugar a dudas, la más preciada de todas las trufas. Nos referimos a la tuber magnatum pico o lo que es lo mismo, la trufa blanca. Un hongo procedente de la región italiana de Alba (en el Piamonte) que puede alcanzar precios astronómicos (más de 4.000 euros el kilo, aunque esto varía en función de la temporada). Pero, ¿cómo es posible que un alimento (especialmente un alimento tan poco atractivo en apariencia), pueda llegar a resultar tan caro? La respuesta la encontramos en la escasez y en la gran dificultad que entraña encontrar estas delicadas trufas, sólo existentes a varios centímetros bajo tierra.
Quizás sea esa escasez la que hace a los sibaritas de los hongos y las setas disfrutar aún más si cabe de la trufa blanca cuando tienen la oportunidad de degustarla. Y como para ello no hay mejor época que ésta, (su temporada va de octubre a diciembre) son varios los restaurantes que suman a su carta en estas fechas diversos platos en los que se incluye este tesoro gastronómico, capaz de proporcionar a cada receta el más exquisito sabor y aroma. Toma nota de nuestras propuestas y ¡date un capricho!