En un principio sólo era una residencia de fin de semana; Liz Hurley encontraba en la granja que compró hace seis años en Gloucestershire, al sur de Inglaterra, un oasis de paz donde desconectar de los focos y el ajetreo londinense. Sin embargo, la pasada Semana Santa, la actriz decidió mudarse definitivamente con su familia (el pequeño Damian de 7 años y su marido Arum Nayar), a esta granja, donde el día a día pasa por la cría de animales o el cultivo de productos orgánicos.
Y es que, además de sus actividades como intérprete, modelo o diseñadora, Liz Hurley es también conocida por su ‘amor’ incondicional a la comida orgánica. Tan lejos le ha llevado esta pasión que la actriz decidió incluso crear su propia línea de alimentos saludables, nutritivos y ecológicos. Una gama de alimentos que ya ha comenzado a materializarse; de hecho fue la propia Liz Hurley quien se encargó ayer de presentar estos primeros resultados en los almacenes Harrods de Londres.
Así, enfundada en un vestido rojo palabra de honor y subida a unos altísimos peep toes, Hurley dio a conocer en sociedad sus barritas de fruta y centeno, sus paquetitos de jerky beef (una especie de cecina inglesa)... productos todos ellos ‘deliciosos y bajos en calorías’, según asegura la actriz.
Un negocio que, según parece, no ha hecho más que comenzar 'a rodar'; hace unos días Hurley compraba cientos de gansos, que pondrá a la venta la marca de comida orgánica del príncipe Carlos (Duchy Originals), con quien la intérprete ha decidido unir fuerzas: ‘su alteza real el príncipe de Gales es una inspiración para mí por su defensa de la comida, la agricultura y ganadería orgánica’, declaraba hace unos meses la guapa Hurley.