Rosquillas fritas con extracto de vainilla, un toque de sabor diferente para una receta tradicional

Incorporando este sabor vamos a dar un toque diferente a uno de los postres más tradicionales y cuya preparación es muy simple, ya que lo único importante es trabajar bien la masa y que el aceite no esté demasiado caliente para que no se quemen

Por hola.com

Las rosquillas son uno de los productos típicos en varias zonas de España  y todas son muy similares en cuanto a la masa, siendo la diferencia principal la que tiene que ver con la cobertura.

El origen de este dulce tan típico, sobre todo durante la Semana Santa, está en el Imperio Romano. Rápidamente se extendió por toda Europa y han ido sufriendo diferentes cambios hasta llegar a nuestros días.
La masa se obtiene rápidamente mezclando pocos ingredientes, que son fáciles de conseguir como harina, leche, aceite o huevo, entre otros. Hoy vamos a enseñarte una receta muy sencilla para hacer tus rosquillas fritas, pero con un toque muy rico de vainilla para que tengan un sabor algo diferente. Se puede hacer un glaseado con azúcar y un poco de agua para bañarlas en ella o, simplemente, seguir la receta tradicional de azúcar y canela.

Ingredientes para la elaboración
 

Para la masa

  • Medio vaso de leche.
  • Un cuarto de vaso de vaso de aceite de oliva.
  • 1 huevo.
  • 200 gramos de harina.
  • 3 gramos de bicarbonato.
  • 50 gramos de azúcar blanco.
  • 1 botecito de extracto de vainilla.
  • Aceite de oliva abundante (para freír).
     

Para el rebozado

  • Azúcar blanco.
  • Canela en polvo.

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Preparación paso a paso

-En un bol tienes que mezclar primero la leche, el aceite, el huevo y el extracto de vainilla.

-A continuación, añade la harina tamizada en un colador, el bicarbonato, y el azúcar blanco.

-Mezcla bien todos los ingredientes hasta conseguir una masa homogénea que puedas manipular sin que se pegue. En caso de que quede demasiada blando, puedes solucionarlo si vas añadiendo poco a poco harina hasta que sea algo más consistente.

-Saca la masa del bol y trabaja con las manos para hacer una bola. Te facilitará la labor si te echas un par de gotas de aceite en las manos.

-Una vez que la tengas hecha, es el momento de formar las rosquillas. Para ello coge pequeñas bolas y hazles un agujero en el centro, algo grande para que no se una de nuevo cuando las frías.

-Mientras estás haciendo este proceso, pon a calentar en una cazuela aceite de oliva suficiente para que las cubra.

-El truco para conseguir unas rosquillas perfectas tanto por dentro como por fuera es freírlas sin que el aceite esté demasiado caliente. Así que cuando veas que ya está en su punto, ves echando varias rosquillas y dale un par de vueltas para que se frían bien.

-Saca a una bandeja con papel de cocina debajo para que escurra el aceite bien.

-Cuando estén templadas, pon en un plato azúcar y canela en polvo. Mezcla un poco y reboza las rosquillas en ellas.