Ni una abultada cuenta bancaria, con más de 180.000 euros disponibles para gastar a discreción, sirven de garantía para hacerse con el último y más exclusivo capricho de los amantes del whisky escocés: la botella más cara y posiblemente más exquisita de la casa Royal Salute sale a la venta el próximo mes de septiembre, aunque conseguir una de las únicas 21 que se van a comercializar requiere algo más que una cartera llena de billetes.
De hecho, y como requisito imprescindible para paladear un trago de este Tribute to Honour, es condición indispensable rellenar una solicitud y, en algunos casos, incluso viajar al corazón de las Highlands escocesas y entrevistarse personalmente con el creador de esta reserva única en el mundo.
Oro, plata y diamantes para un whisky de lujo
El whisky, elaborado en una única destilería, contiene mezcla de whiskies de varios barriles de más de 45 años de edad, seleccionados de la destilería personal de los hermanos Chivas, y que si ya por separado se consideran una delicatessen en sí mismos, juntos adquieren mayor intensidad, cuerpo y fuerza. Una joya digna de una corona, y que viene en un recipiente también de lujo: las 21 botellas están diseñadas y elaboradas en porcelana negra y diamantes por la casa de joyería Garrard, establecida en Londres desde 1735, y conocida por ser la encargada de acuñar y mantener las joyas de la Casa Real Británica a lo largo de las últimas seis generaciones.
Y eso que, hasta el momento, la suntuosa receta sólo ha tocado los labios de una persona en el mundo: su creador y maestro mezclador, Colin Scott, encargado de elegir personalmente las mezclas que componen la codiciada sinfonía de maltas. Cada botella incluirá, además, un número de serie único, y una etiqueta-joya en oro y plata, flanqueada por leones bruñidos e incrustaciones de piedras preciosas por valor de 22 quilates.