Paula Echevarría no podría estar más contenta con el resultado y el éxito que está teniendo Velvet. Encantada con su personaje, Ana Ribera, una costurera que la propia actriz define como "idealista, terca y luchadora", que vive un amor desde niña con el heredero de las Galerías Velvet (Miguel Ángel Silvestre), Paula habla desde el corazón de cómo aceptó este papel, de cómo es trabajar con un actor de la talla de José Sacristán y de la gran profesionalidad que rodea a la serie, desde el vestuario, a las maquilladores pasando por los decorados, entre otros miles de detalles, que hacen que esta comedia romántica no deje indiferente a nadie.
- ¿Cuándo te hablaron por primera vez de ‘Velvet’?
Estaba grabando ‘Gran Reserva’ cuando Ramón Campos y Teresa Fernández-Valdés me hablaron por primera vez de una serie que iban a empezar a preparar, que querían hacer una historia con una cenicienta y que les encantaría que yo fuera esa cenicienta. Lo primero que pensé fue: “¿Dónde tengo que firmar”, solo con recordarlo se me caen dos lagrimones. Desde el primer momento supe que iba a ser algo muy gordo.
- ¿Te ha costado mucho cogerle el punto a Ana?
No me ha costado mucho porque tenemos bastantes cosas en común. Las dos somos bastante realistas, no aceptamos un no por respuesta muy fácilmente, somos bastante cabezotas y somos bastante honestas. Ana, aparte de todo eso, es una montaña rusa, arriba, abajo, arriba, abajo… viviéndolo todo desde lo más alto… y a mí eso me encanta, porque yo soy mucho más pausada, y en eso sí que nos diferenciamos. Está tan viva que muchas veces ella me levanta los días que estoy un poco más de bajón, me pongo el traje de Ana, salgo y es como si me resucitara, y como tiene genio, también viene muy bien (risas).
- ¿Cómo habrías actuado en la vida real si no te hubieran permitido estar con la persona de la que estás enamorada como le pasa a tu personaje?
Probamente como a ella, a mí las prohibiciones me ponen bastante, como creo que a todos. Basta que se diga que no, para que nos apetezca más. En este caso no es tozudez en ese sentido, es amor puro y duro, pero como es correspondido por parte de los dos y ambos están por la labor de llevarlo adelante. Por mi parte, yo sí que seguiría adelante.
- ¿Qué te parece el reparto de la serie con nombres tan conocidos como Miguel Ángel Silvestre, José Sacristán, Aitana Sánchez-Gijón, Marta Hazas, Natalia Millán…?
Según iban apareciendo los nombres de los compañeros de la serie, era un subidón tras otro. Cada nombre que iba saliendo era mejor. Recuerdo que cuando Ramón y Teresa me dijeron que José Sacristán iba a ser Emilio, el tío de Ana, aluciné. Es un gran actor y mejor persona.
- ¿Cómo te ves con el vestuario de la serie?
Muy bien, por ejemplo, con el vestido rojo del primer capítulo, que llevaba corsé, llegué incluso a correr. Al final te adaptas a todo, aunque el momento de ponértelo es un poco: “me quedo sin aire”, pero luego se te pasa y a te acostumbras (risas).
- El trabajo del equipo de vestuario, peluquería, maquillaje… es espectacular
Una cosa es verlo todo hecho, y ponértelo, lucirlo y disfrutarlo, pero todo el proceso de mientras se hacía fue maravilloso. Ver a Elena Sanchís, responsable de vestuario de la serie, ver como preparaba todos los trajes que íbamos a llevar, hacer mil pruebas de todos los vestidos… Muchos de ellos están hechos a medida para nosotros sobre figurines de la época y otros de ellos son trajes vintage que se compraron en París, Londres… que nos los han adaptado para nosotros.
Las chicas de peluquería y maquillaje tenían muchas revistas de la época, se han documentado un montón viendo documentales de aquella época, por ejemplo, uno de Coco Chanel en el que se ve su taller y se ven las batas de las que se han cogido referencias para ‘Velvet’. Creo que para Ana, tanto en el pelo como en el estilo buscaban que se pareciera a Audrey Hepburn. Sin tener que cortarme el pelo ni hacer nada extraño tiene un punto con ese flequillo ladeado, el recogido… creo que lo han conseguido sin tener que hacerme yo ningún cambio.
- ¿Te ves favorecida caracterizada de Ana?
Si porque voy prácticamente sin maquillar, un poquito nada más, lo típico para matizar un poco los colores y para que no brille. Me gusta que sea así porque creo que Ana va a tener que llevar una evolución y desde donde empieza está bien, tenía que empezar ahí para luego poder ir creciendo y poder ver cambios en ella. Ese flequillo que la hace más joven y esa coleta, con la cara prácticamente lavada ayuda a conseguir lo que se quería de ella.
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