¡Torero, torero, torero! Miguel Abellán se convirtió anoche en el ganador indiscutible de la segunda gala de ¡Mira quién baila!. El diestro que la semana pasada fue “condecorado” con el título de “pato mareado” se ha desquitado en la pista de baile a base de bien y ha demostrado con un pasodoble que de mareado tiene muy poco. Al jurado no le ha quedado más remedio que rendirse a la evidencia y Norma Duval ha acabado premiando a Abellán con cinco estrellas. El público también le ha ayudado y el torero acabó alcanzando el 48 por ciento de los votos.
Orgulloso de su evolución, Miguel, quien ha donado los 2.000 euros de esta gala a la Fundación Síndrome de West, ha querido quitarse mérito y ha señalado que el 90 por ciento de la ejecución y perfección del baile lo ha puesto su compañera, la bailarina Emi, quien ha sabido guiar al torero por el buen camino relejando a un segundo puesto a sus más directos competidores, Corina, Marina y Felipe, que acabaron felicitando al diestro por su baile.
Corina, la “princesita” del programa, ejecutó primero una samba que dejo bastante indiferente al jurado debido a la delicadeza de sus movimientos, alentada por este veredicto, la argentina cerró boca y abrió ojos con su segunda coreografía, un sensual tango con el que Corina demostró que puede ser una princesa con mucha garra.
Felipe López demostró que su altura no le impide moverse con soltura y que eso de las pistas de baile y las bolas de discoteca son de sobra conocidos. Primero, el nadador se movió al ritmo del tema Deja de bailar, de Alaska y Dinarama y ya en la segunda ronda se transformó en una Lady Gaga muy particular para bailar Applause
Pero si hay alguien que imprime elegancia a la pista, esa es Marina Danko, su delicadeza y profesionalidad a la hora de bailar un cha cha cha le llevaron directamente a la segunda ronda, en la que volvió a colgarse el título de “más elegante” bailando un vals.
Quien no termina de pulir sus movimientos es la presentadora Adriana Abenia, la maña le pone mucha intención, pero todavía le quedan muchas horas de ensayo, al igual que a Maribel, quien no consigue dar con la receta perfecta para ser la reina de la pista, pues al pasodoble que ejecutó aún le quedaban por pulir algunos defectos.
Por su parte uno de los concursantes que más sorprende al público cada vez que salta al escenario, el actor Fernando Albizu se ha quedado a las puertas de ser finalista, relegado en esta ocasión por el tango de Corina. El actor ha vuelto demostrar que esto del baile no tiene tanto misterio como cuentan y ha ejecutado una samba con caída de bailarina incluida en la que se ha vuelto a lucir como bailarín.
No así, Nicolás Vallejo Nágera, quien ha cogido el testigo de Miguel Abellán y se ha coronado como el “pato mareado” de la segunda gala. Nicolás no pudo con un vals y parece que tendrá que ponerse las pilas sino quiere perpetuar este título.