Raquel Sánchez Silva tiene motivos suficientes para comenzar a sonreír. Acaba de cumplir 41 años, ha regresado a la televisión con un nuevo programa, Deja sitio para el postre, en Cuatro, prepara su primera novela y tiene muchos amigos y compañeros que le hacen la vida más fácil.
La presentadora va retomando poco a poco las riendas de su vida sobrellevando los malos momentos vividos durante los últimos meses tras el fallecimiento el pasado mes de junio de su marido Mario Biondo. Sin embargo, y a pesar de las últimas informaciones publicadas, de momento, y según fuentes cercanas a la presentadora, Raquel no se ha decidido a rehacer su vida.
Raquel y Matías Dumont, un productor audiovisual de origen argentino con el que se le ha relacionado, a día de hoy son muy buenos amigos pero según nos insisten no han iniciado ninguna relación sentimental. De hecho hace tan hace tan solo unos días, la presentadora aseguraba: “No tengo tiempo para mí. Vivo para el trabajo, feliz y encantada porque haciendo televisión es como se pasan las horas volando”.
Refugiada en su trabajo, Raquel, quien también sigue con su negocio de telas en el Mercado de Motores, estrenaba ayer el nuevo talent show de repostería, Deja sitio para el postre y lo hacía alcanzando un 6.1 por ciento de cuota de pantalla, en el que es el primer programa de pastelería en la televisión española.
En cuanto a la nueva edición de Supervivientes, Raquel ha comentado que le encantaría estar al frente, pero que de momento no ha recibido la llamada de la jungla. “Espero que cuenten conmigo otra vez. Tengo preparados los biquinis desde el 2011". Pero mientras llega esa esperada llamada, la presentadora placentina seguirá dando forma a su primera novela, la que ha retomado después de tres años “aparcada”. Energías no le faltan y proyectos tampoco.