¡Cuántos momentos intensos nos dejó la segunda gala de batallas de La Voz! Los "robos" y las peleas por los concursantes volvieron a convertirse en la tónica de la noche, en la que los nervios jugaron muy malas pasadas a algunos aspirantes. Uno de los participantes del grupo de Antonio Orozco, Alejandro, se quedó en blanco durante su actuación así que su coach escogió a su rival Eduardo para ser justo. “Lo que aquí cuenta son estos dos minutos y medio que estáis sobre el escenario y, si hay que ser honesto, me voy a quedar con Edu” comentó Orozco. Pero Bisbal no se ha quedado conforme, ha pensado que había mucho más detrás de su bloqueo y le ha dado al pulsador para “robárselo” a su compañero. “Tu caso me ha recordado a la Fórmula 1. Yo soy muy fan de Fernando Alonso y, muchas veces, aunque lleva el mejor coche, ha tenido un fallo y se ha quedado rezagado pero, lo importante, es saber cómo ha sabido remontar” dijo.
Y es que Bisbal y Orozco tienen muy claro que van a ganar el programa, al menos que lucharán con uñas y dientes por ello. Casi rompieron el pulsador cuando le tocó el turno a Lydia, del equipo de Malú. Antes incluso de que la coach comunicara su elección, ya los dos estaban compitiendo. “Lydia me parece que tiene una voz y una técnica envidiable, además es perfecta afinando y se ha visto mucho compañerismo que es lo que más me ha gustado. Ya la he felicitado por los pasillos y en varias ocasiones así que para mí sería un honor que te vinieras conmigo” explicó Bisbal. Orozco respondió con el humor que le caracteriza: “Yo no he tenido el oportunidad de saludarte por los pasillos, por las avenidas, por los parques, los bulevares... Me da mucha pena porque no he tenido la misma suerte que David. Lo que si te puedo ofrecer en mi equipo un lugar que te puede catapultar, seguramente, hasta la final”. Pero el sentido del humor no la convenció y se quedó con el almeriense.
Gabrielle no pudo batir en duelo a Amynata y su versión de If you don’t know me by now así que se dio la vuelta para marcharse apenado, una expresión que se tornó en sonrisa cuando Rosario pulsó el botón. Pero no sólo ella le quería, también Orozco mostró su interés por él, pero el italiano cedió a los halagos de la primera. “Eres un bombón cantando. Eres un bombón en todos los sentidos. Tienes mucho atractivo, puedo hacer maravillas, te puedo dar canciones perfectas para ti, si quieres venirte conmigo, voy a disfrutar muchísimo con tu voz”. Malú también ejerció su derecho a robo y le quitó a Bisbal una de las caras más reconocidas de esta edición, Alba Lucía. Su duelo con Darío estuvo igualado, cualquiera podría haber ganado y Malú tenía claro que fuera cual fuera el descartado, se lo iba a llevar a su equipo. “Es la batalla más equilibrada que he tenido hasta el momento” dijo David antes de descartar a la exconcursante de OT, que inmediatamente pasó a formar parte del grupo de Malú.
Y es que en el grupo del almeriense hay voces que todos quieren. Antonio Orozco no había robado todavía a ningún concursante, y eso que lo intentó varias veces. Su oportunidad llegó con el duelo entre Leyna y Dina, concursantes de Bisbal, que cantaron Hurt, de Christina Aguilera. Otra vez el momento más difícil fue cuando tuvo que escoger, dado el gran nivel de las dos, pero se decantó por Dina. Leyna no sufrió durante mucho tiempo porque Antonio se la llevó a su equipo.
Tensión, risas, nervios y sobre todo recuerdos, la música es lo que tiene, trae a la memoria situaciones vividas muy importantes. Rosario no pudo evitar emocionarse y que se le saltaran las lágrimas cuando escuchó el tema de su hermano Antonio, Siete vidas, que eligió para que Xino Gómez y Jorge Moreno se enfrentaran. “Quiero que mi hermano baje con vosotros y os ayude” dijo Rosario. Sin duda, otra de las ocasiones que quedarán para el recuerdo en La Voz.
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