La segunda entrega del reality de Antena 3, Top Chef, no estuvo exenta de polémica, hubo de todo y para todos los gustos. Para empezar los concursantes tenían que elaborar uno de los bienes más preciados de nuestra gastronomía… el llamado pinchos, tapa o "aperitivo", ¿la peculiaridad? Todos tenían que llevar un ibérico. Hubo tomatitos rellenos de lomo hubo jardines de cecina, sobrasadas con diferentes ingredientes y los clásicos de siempre que acabaron conquistando, como la tapa creada por Hung Fui, quien acabó ganándose la inmunidad renovando la tradicional receta del melón con jamón, al que añadió curry y una lámina de arroz, que acabó conquistando el paladar de Alberto Chicote y el invitado del programa el gran chef Iñigo Pérez Urrechu.
Y tras esta degustación de pinchos… llegó la revolución. Preparar un catering para 100 personas en el hipódromo de la Zarzuela de Madrid para unos comensales muy exigentes. Divididos en dos grupos, los concursantes tuvieron que pensar e idear tres tapas con las que sorprender a sus invitados.
A un lado… Miguel Cobo, Bárbara, Iván y Antonio Arrabal, capitaneados por Jesús, y en el otro lado del “ring” Begoña, Elizabeth, Javier, Antonio Canales, Hung Fui, dirigidos por Borja, quien acabó ganándose la enemistad del muchos debido a un desafortunado comentario, donde señaló que: "La mujer en la cocina es importante pero peligrosa" haciendo que Begoña saltará sobre él para pedirle calma y organización, tras perder los nervios entre los fogones. El comentario de Borja pronto corrió por las redes sociales como la pólvora, aunque el cocinero acabó disculpándose en ‘El almacén’ señalando: "No pretendía ser machista".
Pero la competitividad tan solo acaba de empezar y tanto el equipo capitaneado por Jesús como el de Borja sufrieron un hándicap al perder del manos del equipo contrario uno de los ingredientes esenciales de la elaboración de sus pinchos, el primero perdió el solomillo y el segundo el foie. Pero como dijo Chicote… los grandes cocineros se ven en las adversidades, aunque a estos les quedan muchos platos que cocinar.
Sus creaciones no convencieron a los comensales, quienes quizás esperaban algo diferente e incluso más estética para una noche en el hipódromo, quienes acabaron proclamando al equipo naranja, casualmente el que peor había hecho el pincho al principio, el ganador.
Y el equipo de Jesús, de nuevo a la cocina. ¿El reto? Crear un trampantojo, un plato que engaña a la vista, que parece una cosa y termina siendo otra, y que acaba siendo toda una llamada a la creatividad. ¿El mejor? El falso atún de Antonio Arrabal, que verdaderamente era una sandía. ¿El eliminado? Iván, el concursante más joven no ha conseguido superar la prueba final y ha tenido que recoger sus y abandonar la cocina de Top Chef.