Ni están en Pekín, ni siquiera en China, sino en ¡África!. Ayer dio comienzo la cuarta edición del reality Pekín Express y lo hizo en uno de los continentes ‘más salvajes’ del planeta. Nuevos aventureros, nuevos retos y nuevo presentador, son los alicientes que harán que esta edición se convierta en memorable o pase por Cuatro sin pena ni gloria.
Jesús Vázquez se ha enfrentado a un nuevo desafío profesional, y debemos decir que ayer estuvo “correcto”, aunque esperamos que a medida que se vaya desarrollando el programa vaya cogiendo el ritmo de la carrera, pues, para que mentir, ayer hubo muchos que nos acordamos de Raquel Sánchez Silva e incluso de Paula Vázquez, quien presentó la primera edición de Pekín Express.
El entorno por el que se moverán durante el próximo mes los participantes, poco tiene que envidiar al de anteriores ediciones, y aunque carece de la monumentalidad del lejano oriente, el paisaje parece sacado de un documental de National Geographic, tanto es así, que en esta nueva entrega los concursantes tiene prohibido caminar una vez que anochece pues la posibilidad de ser atacados por algún animal salvaje durante la noche es muy grande.
En cuanto a los concursantes, un año más, el casting ha sido de lo más variado, y tras la presentación de ayer, en la que ya empezamos a conocerlos un poquito, ahora solo esperamos que comiencen a dar juego y que nos hagan reír, llorar y emocionarnos, tanto o más que en las ediciones anteriores, en las que levantarte del sofá significaba perderte alguna anécdota.
Ayer comenzaron la aventura 11 parejas seleccionadas minuciosamente entre 68.000 candidatos, aunque al finalizar el programa tan solo quedaron 9, ya que dos de ellas dijeron adiós en esta primera etapa, poniendo fin a su sueño mucho antes de lo que tenían pensado.
Muy emocionados aunque algo bloqueados por los 45 grados de temperatura a los que tuvieron que enfrentarse, las parejas comenzaron una carrera doblemente eliminatoria, de ahí que la competitividad se palpara desde el primer minuto. Luisa y Paula, madre e hija naturales de Huesca, no solo fueron las primeras en levantar escaramuzas por sus ansias de ganar, sino que fueron eliminadas y tuvieron que regresar a España. El calor y la gente jugaron una mala pasada a Paula, jugadora profesional de póquer, quien sufrió un ataque de ansiedad que les hizo retrasarse en la carrera.
Con el mismo parentesco, aunque en esta ocasión son padre e hijo, concursan Santiago y Javi, quienes separados por 1.000 kilómetros en su vida diaria han venido a África para estrechar lazos. Convencidos de que pueden hacer un buen papel, Santiago se convirtió ayer en el aventurero más dicharachero y divertido, para desesperación de su hijo, quien fue el encargado de mover los hilos durante toda la carrera.
Maria Carmen y José, unos novios cincuentones, no corrieron la misma suerte y casi antes de empezar decidieron dar su aventura por finalizada, pues la ilusión y las fuerzas con la que venían, les abandonaron a la primera de cambio. No les paso lo mismo a Jota y Freire, dos chicos a primera vista bastante opuestos, que se apuntaron sin pareja y que ayer se conocieron por primera vez tras protagonizar un descafeinado encuentro. El catalán y el andaluz, que parece que darán bastante juego, lograron hacerse con el primer amuleto, y eso quieras que no, motiva.
Chinto y Pablo, dos hermanos gallegos a los que podemos meter dentro del saco de “deportistas”, pasaron ayer desapercibidos durante la primera etapa, aunque no descartamos que empiecen a dar guerra en las próximas entregas, como Ezequiel y Mónica, una pareja de ejecutivos, que tras recorrerse medio mundo a todo tren, esperan demostrar que también saben vivir situaciones limite.
En saco de “jóvenes y deportistas” también hay que hacer un hueco a Mar y Vanesa, dos hermanas andaluzas con mucha decisión, que demostraron su temple y su fondo. Dos cualidades que compartieron con Inés y Pedro, quienes tras perder los nervios durante los primeros minutos debido al calor sofocante, se les acabó rompiendo el alma con la generosidad de la gente. Un punto de vista compartido por otra de las parejas del programa, David y Cuqui, quienes también fueron testigos en esta primera carrera de la pobreza que existe a lo largo y ancho de este continente.
En cuanto a las parejas más peculiares, nosotros hemos metido en este conjunto a Chimo y Vane, dos cuñados completamente opuestos, que con toda seguridad nos dejaran frases para rellenar un anuario y Sara y María, dos amigas universitarias “antes muertas que sencillas” que con su calma y sus imborrables sonrisas, sumaron ayer muchos seguidores, entre ellos a mí.
Pero como habéis visto esto sólo acaba de empezar... no hagáis planes el próximo domingo, la llamada de África os espera.