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George y Amal Clooney son los protagonistas de una historia de amor que bien daría para escribir un guión de cine. Hace dos años la abogada británica de origen libanés logró lo que parecía imposible: casarse con el soltero de oro por excelencia. A pesar de su fama de conquistador y su fobia al compromiso, su lista de conquistas era interminable. Cada dos años el actor paseaba con una mujer diferente por las alfombras rojas de medio mundo, pero ninguna lograba llevarle al altar -a excepción de Talia Balsam con quien se casó en 1989 cuando aún no era popular-. Así se escribía el guión hasta que apareció Amal. Juntos se han convertido en una de las parejas más poderosas de Hollywood y su amor es contra viento y marea.
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Tras su fabulosa boda en Venecia que ¡HOLA! publicó en exclusiva mundial, el matrimonio sigue aireando lo felices que se hacen el uno al otro. Triunfan en el amor y en sus respectivas profesiones, él en el cine, y ella en la abogacía, además de apoyar juntos diversas causas benéficas. En los últimos días el actor recibió la visita de su esposa en uno de los descansos de la grabación de la película que dirige con guión de los hermanos Coen, Suburbicon. Con un jersey de color mostaza, unos vaqueros acampanados con estampado floral, de la firma Alice + Olivia, y un bolso marrón de flecos, la abogada paseó su glamour a su llegada al set en compañía de su perrita, Millie, una basset hound que adoptaron el año pasado. Allí le esperaba el actor encantado con su presencia.
En uno de los descansos del rodaje, cuando las luces estaban apagadas, George y Amal rodaban su propia película. La pareja se dejó llevar por la pasión cuando pensaban que nadie les veía. Besos apasionados, miradas cómplices y paseos de la mano junto a su mascota compartieron durante la visita de Amal al rodaje. El matrimonio Clooney vive sus días más felices. Celebraron el pasado mes de septiembre su segundo aniversario y parecen estar viviendo en una eterna luna de miel. La pareja acaba de adquirir un apartamento de lujo en pleno centro de la isla de Manhattan, Nueva York, tal y como asegura en exclusiva Page Six. El nuevo hogar de la pareja está ubicado en el que se convertirá en uno de los rascacielos más modernos y caros del país: el100 East 53rd Street. La pareja no ha elegido esta vivienda por la espectacularidad de su diseño y las comodidades que ofrecen sus interiores, sino también por la proximidad de este edificio al de las Naciones Unidas, organización en la que colabora Amal en su faceta como abogada especializada en Derecho Internacional, Penal y de Derechos Humanos.
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