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Melanie Griffith ha elegido bien. Unas vacaciones en la montaña, lejos del ruido de la ciudad y en la mejor de las compañías. La actriz ha hecho las maletas para volar a Aspen, un lugar que le trae muchos recuerdos y en el que ha pasado muchos momentos en familia inolvidables. En esta ocasión su compañera de viaje no podía ser mejor que su hija Stella del Carmen, que ha convertido la casa casi en un "campamento", dado que junto a ella han viajado un grupo de amigos entre los que parece estar su novio Alex Gruszynski (le ha etiquetado en una de las imágenes que ha compartido).
Divertidos chapuzones en la piscina, una fiesta nocturna de pijamas sólo para chicas y excursiones a la montaña, donde hay espectaculares vistas, son algunas de las actividades que ha hecho Stella estos días. Por supuesto ha sacado tiempo también para estar con su madre, con la que disfrutó de una bella puesta de sol. “Es genial estar en casa” escribe Melanie en una estampa con magníficas vistas de la montaña y el bosque. Claro, compartió además una imagen en la que se la ve con su niña, un cariñoso abrazo frente a un arcoíris.
Y es que el tiempo pasa y Stella ya vuela sola. Una vez terminado su período escolar, la hija de Melanie y Antonio Banderas está en la universidad, una etapa en la que, claro, no estará con su madre todo lo que le gustaría. Se ha mudado a Nueva York, una ciudad que está un poco lejos de Los Ángeles donde vive la actriz, aunque esta no tiene problema en viajar para verla, y sus estudios ocupan ahora su tiempo. “Mis hijos han crecido” declaró hace poco Melanie. Por eso está encantada, no hay más que ver sus mensajes, de pasar estos días con su hija.
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La casa de Aspen, en Colorado, es una de las residencias familiares que compartían Melanie y Antonio Banderas, donde pasaron muchas de sus vacaciones invernales. Fue además donde Melanie se refugió en su primera Navidad, tras divorciarse del actor, y donde ha pasado innumerables etapas con sus hijos. La residencia, según se informó hace un año, se puso disponible para venta o alquiler, aunque no se supo luego nada más al respecto así que puede que aún no haya cambiado de manos. Tras su separación, Melanie también vendió su mansión de Los Ángeles, para mudarse a otra residencia. Una vida nueva, aunque de momento sigue teniendo en Aspen, siempre lo fue, su mejor refugio.
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