Saltó a la fama cuando era apenas un niño gracias a un despiste que se convirtió en toda una aventura... de película, claro. Solo en casa descubrió la dulzura y picardía en el rostro de Macaulay Culkin, un niño de 10 años, enormes ojos y pelo rubio. Un angelito que luego participó en otras cintas en las que explotaba su lado más espontáneo y su expresivo rostro. Pero el tiempo pasa y no sólo para el público.
El niño se convirtió en hombre y empezaron a aparecer en su vida otras inquietudes y también piedras en el camino, que le llevaron a caer en adicciones que marcaron su precoz inicio en la fama. Tras un tiempo alejado del foco público y recuperado de sus peores momentos, reapareció mostrando una imagen de chico rebelde que es la que luce actualmente. El pelo largo y unas gafas de sol camuflan su aspecto mientras camina por las calles de Nueva York, un look a prueba de curiosos y fans. Y es que ¿quién reconocería al actor si se lo cruza de esta guisa?
Fue después del polémico divorcio de sus padres y de su matrimonio fallido con Rachel Miner con sólo 17 años cuando Macaulay se sumergió en una espiral de adicciones y confesó que llegó a poner en peligro su vida a causa de ellas. En 2011, una vez superado el bache, participó en la película The Wrong Ferrari, que fue grabada en un iPhone y divulgada online como una descarga gratis y en 2015 apareció en The Jim Gaffigan Show y :Dryvrs. Alejado de la gran pantalla, se ha dedicado a la pintura y ha exhibido sus trabajos en diferentes galerías en Nueva York.
El antes y el después de Macaulay Culkin
Sin embargo, este mismo abril estrenará un nuevo proyecto interpretativo, Adam Green's Aladdin, un largometraje independiente en el que compartirá cartel con las actrices Zoë Kravitz y Natasha Lyonne. ¿Volverá al cine definitivamente o continuará con su vida de artista bohemio?