Un año más y no falla ninguno, Antonio Banderas ha dejado de lado sus compromisos profesionales para convertirse en un cofrade y devoto más de la Semana Santa de su tierra malagueña. El actor, que compagina sus proyectos como actor con sus estudios de diseño en Londres, ha regresado a España para cumplir con otro trabajo, esta vez con un significado mucho más personal. Ha acudido un año más a su cita con la virgen María Santísima de Lágrimas y Favores, de las Reales Cofradías Fusionadas de Málaga, participando en el encendido de velas en la iglesia de San Juan y en el desfile procesional que se celebra el Domingo de Ramos.
Con la túnica típica de los cofrades, Antonio se ha unido al grupo como uno más, cumpliendo con su función de mayordomo del trono y viviendo con sentimiento y devoción esta gran cita. Entre los espectadores, fieles que desde la barrera siguen también con atención el desarrollo del paso, estaba Nicole Kimpel, su novia. Es ya la segunda Semana Santa que le acompaña y, de nuevo se la ha podido ver siguiendo con atención esta celebración llena de emotivos silencios y especiales detalles. Nicole participó también durante un momento en el paso, mezclándose con la multitud, aunque luego lo siguió con atención desde uno de los balcones del recorrido. Les acompañaban además el hermano de Antonio, Francisco Javier, y otros amigos.
La ruta helada de Antonio Banderas y Nicole Kimpel
Nicole y Antonio han comenzado una nueva etapa en Londres, donde el actor estudia diseño. La pareja abrió para ¡HOLA! las puertas de su casa en la capital inglesa, la impresionante y exclusiva mansión en la que residen. Su relación comenzó en 2014, tras conocerse en el festival de Cannes, y desde entonces se han vuelto inseparables. Nicole se ha convertido en su mejor apoyo y compañía, acompañándole en sus viajes y apoyándole en sus proyectos.