La dramática confesión de Charlie Sheen, el actor que no ha sabido evitar su caída
Ya se hablaba desde hace algunos días de que un reconocido actor de Hollywood iba a hacer una reveladora y trágica declaración que sorprendería y preocuparía en las más altas esferas de la industria cinematográfica. Poco después se anunció que Charlie Sheen, hijo de una saga de actores, estaba a punto de hacer una confesión muy personal en un programa de televisión. Las piezas parecían encajar la una en la otra y tampoco sorprendía dada la conflictiva trayectoria del actor.
Antes de su comparecencia, los medios avanzaban ya el secreto que guarda Charlie: el actor iba a sacar a la luz pública que es portador del virus del Sida, una enfermedad para la que, apuntan algunas fuentes cercanas a People, está siguiendo ya un tratamiento. En el programa Today, Charlie dijo: "Estoy aquí para admitir que soy seropositivo". Se enteró dijo hace cuatro años y sólo se lo contó a la gente en la pensó que podía confiar y dice que por haber confiado en quien no debía está haciendo esta revelación (añade que ha sido extorsionado). "Me estoy liberando de esta prisión hoy" comentó al presentador. "Son tres letras difíciles de asimilar" dijo Charlie. "Tengo la responsabilidad de ayudar a otros" aseguró. El artista hizo estas declaraciones de manera directa y aparentemente tranquilo, tratando de explicarse de la manera más clara posible.
Una vida de polémica
El estilo de vida y comportamiento de Charlie Sheen han hecho correr ríos de tinta desde sus inicios. El intérprete ha sido conocido tanto por sus papeles en el cine, fruto del talento heredado de los genes familiares –es hijo del veterano Martin Sheen y hermano de Emilio Estevez-, como por sus conflictos. En este día a día, diversas adiciones han jugado un papel determinante y le han llevado a protagonizar no pocas polémicas. A pesar de que ha recibido tratamientos de rehabilitación en diversas ocasiones, no ha logrado nunca encauzar su camino, lo que ha provocado por supuesto una gran inestabilidad personal, aunque ha pagado también un alto precio a nivel profesional.
Su primer matrimonio con la modelo Donna Peele apenas duró poco más de un año. Ya se conocían entonces, apenas tenía veintipocos, sus problemas con las drogas. Se casó luego con Denise Richards, con la que tuvo dos hijas, Sam, de 11 años y Lola, de 9. Estuvieron juntos tres años (de 2002 a 2005), citando ella como motivos de la separación sus diversas adiciones y su comportamiento inestable. Sin embargo su matrimonio más polémico fue con Brooke Mueller, con la que se casó en 2007 y tuvo a sus gemelos Bob y Max. Tres años y una acusación por malos tratos después, además de otra denuncia por haber destrozado una habitación de hotel tras una noche de fiesta, acabaron con su unión (2010). Llegaron después diversas relaciones con actrices de cine para adultos que no hicieron más que alimentar su rol de personaje problemático.
Su peor episodio profesional, dejó su carrera tremendamente tocada, fue el despido de la serie Dos hombres y medio en 2011, un show en el que era la estrella. Su mal comportamiento, sus ataques personales al productor Chuck Lorre, sus descontroladas fiestas... Entonces comenzó realmente su declive. Críticas feroces a los actores y productores de la serie, insultos a sus ex en las redes y vídeos en los que presumía de tener “sangre de tigre” en las venas han sido algunas de sus manifestaciones públicas desde entonces.
Fuentes cercanas al actor aclaran que este está cada vez más recluido en su casa, viendo sus antiguas películas y tratando de hacer frente a diversos episodios de paranoia, que le han vuelto cada vez más desconfiado. De hecho él no quería hacer tan trágica revelación, se dice, porque se le iba a recordar sólo por esto y no por su extensa carrera. Esta es una imagen bien distinta de aquella que proyectaba en el cine en sus primeros papeles en clásicos como Platoon, Wall Street o Apocalypse Now. Una imagen de un actor en decadencia.
Inmediatamente después de conocerse esta información, se multiplicaron las declaraciones de diversas mujeres que se han relacionado de una u otra manera con el artista. Algunas de estas han comentado que no padecen esta dolencia, mientras que se ha informado de que su segunda esposa Denise Richards ya conocía la enfermedad del actor desde hace tiempo. People asegura que Denise se enteró tras su separación (habría sido entonces cuando el actor enfermó) y ella misma habló hace una semana de este tema, dado que los comentarios comenzaban a proliferar. En unas declaraciones a Allegedly with Theo Von & Matthew Cole Weiss, Denise responde a cómo afrontaba lo que se decía de su exmarido: “Quiero proteger a mis hijas y a él. Lo que quiera revelar Charlie es decisión suya. Hay distintas maneras de abordar la cuestión, no sé cuál escoger”. Unas palabras que cobran ahora más significado.
También ha salido a la palestra Heather Locklear que, en su momento fue una de las grandes amigas de Denise y Charlie. “Me duele el corazón. Mis oraciones están con Charlie y su familia” ha escrito junto a una fotografía de ambos en sus redes sociales. Después de que Heather se divorciara de Richie Sambora, Denise, que entonces ya se había separado del actor, comenzó a salir con el músico.