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Si hay algún papel que sirvió a Adriana Ugarte para consolidarse definitivamente como una gran actriz de nuestro país es, sin duda, su personaje de Sira Quiroga en El tiempo entre costuras. La serie conquistó a la audiencia, siendo la más vista del año, y supuso para Adriana reconocimientos como el Premio Ondas Nacional de Televisión a la Mejor Intérprete Femenina de Ficción Nacional. ¡Incluso llegó a Japón! No hay duda de que marcó un antes y un después en su carrera, pero hay vida después de El tiempo entre costuras para la actriz, que está a punto de volver a la televisión tras un año muy ajetreado.
El próximo 2 de noviembre llegará a la pequeña pantalla, de la mano de La 1 de Televisión Española, Habitaciones cerradas, un melodrama inspirado a finales del siglo XIX y principios del XX que le abre a Adriana de nuevo las puertas a la televisión protagonizando junto a Álex García una historia de amor que define como "muy magnética". Parece que la actriz se está "especializando" en la temática de época, aunque ella tiene claro que cada papel es "distinto". "Cada personaje es un hijo de su tiempo, de su familia y de sus circunstancias personales", comenta insistiendo en que "la clave está en investigar" a cada uno de sus personajes.
De hecho, para Adriana su nuevo papel como Teresa en Habitaciones Cerradas podría ser la "antagonista" de Sira en El tiempo entre costuras. "Sira tiene una profundidad, picardía y astucia que Teresa no maneja. Es capaz de hacer concesiones a su propio honor si son necesarios por salvar la vida y su pellejo, y sin embargo Teresa es un ser hiperprotegido", justifica. Eso sí, hay algo que la propia actriz cree compartir con Teresa: "Una gran parte de inocencia". Y es que aunque acaba de recibir el premio Espíritu Indomable, considera que solo es "salvaje en mi manera de abordar y de interpretar a los personajes". Pero "indomable no. Con poquita doma ya funciono", bromea.
Ambientada en dos épocas, la actual y el periodo final del siglo XIX y principios del XX, la serie comienza en el presente, con la llegada a Barcelona de Violeta Lax (Bea Segura) con la intención de convertir el viejo palacete familiar de paseo de Gracia en un museo dedicado a su abuelo, el pintor Amadeo Lax. La aparición de un cuerpo en la mansión durante las obras de mejora del lugar es lo que desencadena una investigación que la joven inicia sobre su familia, que le llevará a conocer más de cerca la historia de amor de su abuela Teresa Bruses y su abuelo Amadeo.
"Son dos personas que se aman hasta unos niveles tan profundos y, en cambio, por ser como somos los seres humanos y por nuestras miserias resulta imposible que algo tan puro y verdadero funcione", sostiene Adriana, que nunca había representado un personaje tan "puro" y "cándido" como en esta serie.
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Es su vuelta a la televisión tras El tiempo entre costuras, pero entre tanto Adriana no ha estado descansando, ni mucho menos. Ella es una de las 'chicas Almodóvar' de la nueva película del director manchego, Silencio. Una experiencia a la que aspiraría cualquier actriz, pero Adriana se muestra humilde y prudente al hablar de esta experiencia: "A medida que pasa el tiempo y que uno aprende más se siente con más dudas y menos seguro", comenta. "Como decía un filósofo: solo sé que no sé nada. Cuando uno va aprendiendo más cosas tiene más opciones y más inseguridad, en el sentido positivo", añade.
Actualmente se encuentra inmensa en la prepromoción de Silencio y la promoción intensa de Palmeras en la nieve, película en la que comparte cartel con Mario Casas y que llegará a los cines el 25 de diciembre. ¿Más proyectos a la vista? "Ruedo un largo el año que viene", explica Adriana. Al respecto, pronto llegarán nuevos detalles. Está claro que la actriz no para.
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