Actriz polifacética donde las haya, Jennifer Lawrence siempre sabe cómo sorprendernos mostrando nuevos rasgos de su personalidad. Hemos descubierto su cara más divertida, espontánea, romántica, sexy e incluso gamberra, pero no la habíamos visto "sacar las uñas" para reivindicar una causa... hasta ahora. Pero ¿qué ha hecho enfadar a Jennifer Lawrence?
La respuesta la da la propia actriz en una carta en la que carga contra la brecha salarial entre hombres y mujeres en Hollywood. Jennifer ha difundido la nota a través del boletín de la guionista, directora y actriz Lena Dunham, que suele publicar contenidos en defensa de los derechos de las mujeres. En el texto, titulado "¿Por qué cobro menos que mis compañeros hombres?", explica cuál fue su reacción tras las filtraciones de los correos de Sony en los que se desveló que los actores con los que trabajó en La gran estafa americana cobraron más que ella.
"Es complicado para mí hablar sobre mi experiencia porque puedo decir con seguridad que no es fácil identificarse con mis problemas", advierte Jennifer. Y es que es consciente de que algunos podrían pensar que, siendo la actriz mejor pagada de Hollywood, no puede quejarse, pero no es el aspecto económico lo que preocupa a la protagonista de Los Juegos del Hambre, sino la discriminación del rol femenino en el mundo del entretenimiento.
Sin embargo, Jennifer asegura que al descubrir esta diferencia salarial entre el reparto de La gran estafa americana no se sintió molesta con la compañía, sino con su propia forma de negociar el sueldo por su trabajo en el filme: "Estaba enfadada conmigo misma. Fallé en las negociaciones porque me rendí demasiado pronto. No quería pelear por millones de dólares que, francamente, gracias a dos grandes franquicias, no necesito", explica en referencia a su participación en las exitosas sagas de Los Juegos del Hambre y X Men.
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"Siendo honesta conmigo misma, estaría mintiendo si dijera que no hubo un factor de querer agradar a los demás que influyó en mi decisión de cerrar el acuerdo sin peleas", reconoce Jennifer añadiendo que "no quería parecer difícil". Un problema que, según asegura, comparten muchas mujeres pero no inquieta a los hombres, pues afirma que un actor "definitivamente no se habría preocupado por ser difícil".
Jennifer no tiene problema en mencionar con nombre y apellido a alguno de sus compañeros, como Jeremy Renner, Bradley Cooper o Christian Bale, actores que "lucharon, lograron buenos contratos y estoy segura de que fueron elogiados por ser feroces y buenos negociadores", mientras ella, preocupada por dar una mala imagen, "no conseguía la parte justa". Así, tajante y sincera, Jennifer Lawrence ha querido alzar la voz por las actrices que, como ella, se hayan visto afectadas por esto en alguna ocasión.