Jennifer Garner lo está pasando realmente mal y están siendo unas semanas muy difíciles. Así lo aseguran sus amigos más cercanos, que afirman que no va a ser nada fácil superar su separación de Ben Affleck y recomponer su corazón roto tras enterarse de que la relación entre el actor y su exniñera, Christine Ouzounian, habría sobrepasado los límites de lo que concierne a lo estrictamente profesional.
Ella está destrozada por la traición de Ben y, según publican algunos medios, no quiere responder las llamadas ni los mensajes de su ex: "Se niega a hablar con él de otra cosa que no sean los niños". Sin embargo, este fin de semana a Jennifer no le ha quedado más remedio que hacer de tripas corazón y volver a ver a su ex. Un encuentro de lo más tenso, en el que ambos intentaron hacerlo lo mejor posible de cara a sus hijos, ya que no quieren que lo pasen mal ni que sufran a pesar de su separación.
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El actor ya no aguantaba más tiempo sin ver a Violet, de 9 años, Serafina, de 6, y Samuel, de 3. Hizo las maletas y puso rumbo a Atlanta, donde actualmente Jennifer se encuentra rodando su nueva película, Miracles from Heaven. En familia, acudieron al cine para ver la película de animación Del revés (Inside Out), que está siendo uno de los grandes éxitos de este verano.
Las cámaras de los fotógrafos pudieron captar no sólo que tanto Garner como Affleck siguen llevando sus anillos de casados, sino también la tensión que se palpaba en el ambiente cuando iban caminando por el centro comercial: el actor cogido de la mano de sus dos hijas, y Jennifer, unos pasos por delante y con semblante muy serio. Los niños se lo pasaron en grande y, al fin y al cabo, de eso se trataba.
Otro de los detalles que más ha llamado la atención de esta salida del protagonista del nuevo Batman es su imagen. Si bien es cierto que en este tipo de salidas en familia siempre suele ir con ropa informal, en este caso, iba más desaliñado, con el pelo y la barba descuidados y ropa de chándal.
El actor, que hace unos días fue fotografiado junto a su exniñera e hizo una fiesta por todo lo alto en su casa de Georgia, quiso aprovechar al máximo las horas que pasó con ellos. De hecho, después pudimos verle solo con sus hijos paseando por un mercadillo local donde se detuvieron a mirar varios puestos de juguetes y productos artesanos e hicieron algunas compras. De nuevo, vimos al Ben más familiar y ejerció de 'padrazo' jugando con sus tres hijos, sobre todo con el pequeño Samuel, al que no dudó en coger sobre sus hombros.