Y ¿tú qué harías si te encontraras a uno de tus ídolos en carne y hueso y además vestido como uno de tus personajes favoritos? Pues te darían taquicardias, sudores fríos y no podrías reprimir los gritos que demostraran que eres un auténtico fan entregado. Te lanzarías además a la caza de un autógrafo o a hacerte una foto con él, porque después de esperarle durante horas bajo el sol, ¡qué menos que llevarte un recuerdo!
Precisamente eso ocurrió en el set de rodaje de Piratas del caribe, en Redland Bay, a 35 kilómetros de Brisbane, donde una marea de gente esperaba al mismísimo Johnny Depp, bueno más bien a su alter ego, el capitán Sparrow. Y es que el actor, ni siquiera se cambió de ropa una vez terminado el rodaje para salir a saludar a la muchedumbre que le vitoreaba.
Caracterizado como el histriónico y peculiar pirata, Johnny se acercó a sus fans y firmó autógrafos, se dejó hacer fotos y atendió a sus peticiones con una sonrisa, a pesar de que estaba metido en la piel de uno de los corsarios más peligrosos de los siete mares. Bueno, durante un rato fue más bien un amable capitán.