Eran muchos los que llevaban meses esperando para volver a ver en acción a estas increíbles criaturas, sin embargo, la nueva película producida Steven Spielberg ha llegado a los cines causando un gran revuelo no por sus dinosaurios sino por otro detalle muy curioso que ha terminado 'arrebatándoles' el protagonismo. Viendo el cartel de Jurassic World, ¿hay algo que te llame especialmente la atención? Fíjate bien en todos los detalles...
Seguramente no te hayas dado cuenta porque es algo que no llama la atención a simple vista. ¿Ves el impecable look de la protagonista femenina de la película? La perfecta y algo 'mandona' y fría Claire, papel que interpreta Bryce Dallas Howard, lleva unos zapatos de tacón que se han convertido en el objeto de todas las miradas y comentarios de los espectadores que han pasado por el cine. La anécdota está en que no se baja de sus stilettos ni un sólo segundo, ni si quiera para huír de los dinosaurios en los momentos más críticos o para caminar por terrenos complicados, sin retorcerse, caerse o hacerse un esguince. ¡Menuda hazaña!
La polémica está servida y hay opiniones para todos los gustos. "Para mí, los tacones eran una metáfora," dijo la propia actriz en una reciente entrevista. "Creo que ella es de ese tipo de mujeres que andan mucho mejor en tacones. Yo por ejemplo no lo soy (...) Lo que podría haber sido su mayor obstáculo, termina convirtiéndose en su mayor fuerza", aseguró Howard. En el otro lado están los que lo han criticado mucho y lo han considerado como un detalle sexista que no beneficia a las mujeres. Además de asegurar que no es creíble ya que cualquiera estaría mucho más cómodo y sería más rápido corriendo sin tacones. ¿A ti qué te parece? ¿De qué lado te posicionas?
¡Cuidado! No se trata de un problema menor
Mientras unos y otros opinan al respecto, la película ha reabierto el debate sobre los pros y los contras de llevar este tipo de zapatos. Es cierto que nos ayudan a estilizar nuestra figura, sin embargo, hay que tener en cuenta que alteran la posición natural de nuestro pie, provocan deformaciones óseas y su uso produce una reacción en cadena que va desde las extremidades inferiores hasta la columna vertebral. Para verlo más claro, un ejemplo: la parte delantera del pie soporta el 57% del peso corporal con tacones de 4 centímetros, un porcentaje que se eleva al 75% cuando la altura de los mismos se incrementa en 2 centímetros. Esa presión 'extra' tiene otros efectos: se adelanta el eje corporal y se aumenta la curvatura lumbar, además de que aumenta la fatiga muscular, perjudica las rodillas y la circulación y está asociado a un mayor riesgo de caídas.
Hasta aquí nada nuevo, ya que siempre se ha recalcado mucho los efectos perjudiciales del uso de zapatos con mucho tacón, ahora bien, un reciente estudio publicado por The International Journal of Clinical Practice, y que ha sido realizado por investigadores de la Universidad de Hanseo, en Corea del Norte, ha tenido resultados cuanto menos interesantes. Tal y como recoge The New York Times, utilizaron a un grupo de mujeres de diferentes cursos que están estudiando para convertirse en azafatas de vuelo y que están obligadas a llevar zapatos de tacón alto a clase ya que tendrán que usarlos todos los días si son contratadas por una aerolínea. Así, en comparación con las estudiantes del primer curso, que por lo general eran 'novatas' en el uso de tacones, las del segundo y tercero mostraban una mayor resistencia en los músculos de sus tobillos, sobre todo en los de la parte interior y exterior de la articulación. "Esta diferencia sugiere que el uso de zapatos de tacón alto puede, al principio, producir la adaptación y el aumento de la fuerza", dice Jee Yong-Seok, profesor de la Universidad de Hanseo, quien además ha dirigido el estudio.
Sin embargo, con el paso de los años esa resistencia disminuye y se convierte en un serie problema. Así, las mujeres mayores, que ya llevaban usándolos mucho tiempo, mostraron un debilitamiento en esos mismos músculos, además de los de la parte delantera y posterior del tobillo, y habían perdido equilibrio.
Aprovechando el auge de este tema, en HOLA.com hemos querido consultar con un experto toda la polémica y hemos charlado con Maite García, podóloga y vocal del del Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV).
- ¿Cómo afectan los tacones a la salud de nuestros pies?
Los zapatos de tacón son perjudiciales de una forma importante porque comprometen la forma de caminar de las mujeres y tienen efectos secundarios negativos como provocar deformidades, juanetes o dolorosos callos.
- Si los utilizamos a diario, ¿hay otras partes de nuestro cuerpo que pueden resentirse?
Por supuesto que sí, los tacones sobrecargan las rodillas y las lumbares, además de los pies, ya que al elevar el cuerpo, alteramos el centro de gravedad del mismo, llevando todo el cuerpo hacia delante, alterando la posición normal del cuerpo. Además de la inestabilidad que producen, puedes sufrir caídas o torceduras de tobillo.
- ¿Cómo podemos compensarlo?
Como dice el dicho, "para presumir hay que sufrir" y las mujeres nos resistimos a abandonar los tacones y los zapatos estéticos, para ello lo importante es usarlos con moderación, llevar un segundo par más ergonómico para eventos más largos, elegir tacones moderados en altura y de base ancha para tener los tobillos más estables. Al finalizar el día, es conveniente poner las piernas en agua fría, estirar la musculatura de la planta del pie y masajearla con una crema hidratante.
- Algunos estudios apuntan a que influye negativamente en la fuerza de nuestros tobillos y nuestro equilibrio
Como comentaba anteriormente, se recomienda el uso de tacones de base ancha porque dan más estabilidad. Hay que tener en cuenta que si utilizamos tacones altos y finos elevamos el talón del suelo dejando como base de apoyo del cuerpo únicamente el antepié, una zona muy pequeña que hará que no haya un buen apoyo.
- ¿Qué diferencias puede haber entre una mujer que no usa tacones y otra que los lleva todos los días?
La mujer que no usa tacones puede pecar de ir demasiado plana, algo que tampoco es bueno, pero las mujeres que usan tacones a diario, desarrollan más callosidades y deformidades en los dedos.
- ¿Cambia la forma de su pie con el paso del tiempo? ¿Puede llegar a deformarse?
Sí, porque el pie tiende a acostumbrarse a la forma del calzado, por lo que si utilizamos un stiletto de punta estrecha y tacón fino los dedos no tienen espacio suficiente y se sobreponen. Entonces, los pies se deforman y pueden aparecer juanetes, dedos en garra, se pueden deformar incluso las uñas y sobre todo habrá metatarsalgias, que es el dolor que se produce en la planta del pie y que es un dolor invaldiante.
- ¿Qué opinión le merece que en la pasada edición del Festival de Cannes la organización negara el acceso a algunas invitadas porque sus tacones no eran lo suficientemente altos?
Desde el punto de vista médico es una atrocidad porque un calzado excesivamente alto no es saludable.
- Los tacones siempre han estado relacionados con una imagen de una mujer sexy, fuerte y que con ellos puede ‘comerse el mundo’, ¿se ha vuelto en nuestra contra?
El tacón es y ha sido un símbolo femenino que con moderación puede seguir siendo un símbolo de la mujer moderna, pero lo más importante es mirar por la salud de nuestros pies porque cualquier problema puede afectar al aparato locomotor y pasarnos factura.
- ¿Qué consejos daría a nuestras lectoras?
1. No utilizar un tacón demasiado alto; más de 5 cm puede provocar la aparición de metatarsalgias (dolor en la planta del pie) y dedos en garra.
2. Comprar siempre un calzado de materiales naturales y flexibles que se adapten al pie.
3. Se debe escoger un zapato proporcional al pie de la persona. Si uno tiene pies grandes o piernas pesadas, deberá optar por estilos robustos con tacones anchos. Sin embargo, en el caso de los pies pequeños o piernas delgadas, un tacón fino puede ser apropiado.
4. A la hora de escoger el calzado deben probarse los dos pies. En caso de duda con la talla, si un pie es más grande que el otro hay que elegir la medida óptima a este pie.
5. El zapato debe permitir el movimiento natural del pie y adaptarse a él sin apretar ni amontonar los dedos.
6. El zapato debe ser confortable en el momento de la compra, es un error pensar que cederá o se adaptará con el tiempo.
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