La capilla ardiente de Eduardo Cruz, que falleció la madrugada del jueves a causa de un infarto, ha quedado instalada en el tanatorio madrileño de La Paz en Alcobebdas. A última hora de la tarde, los restos mortales llegaban procedentes del tanatorio Dos Mares, de El Algar, en Murcia, para ser velados por su familia en Madrid. Además de las hijas del fallecido Penélope y Mónica Cruz, a quienes veíamos rotas de dolor, su viuda Carmen Moreno, sumida en la más profunda tristeza, llegaba hasta el tanatorio ayudada por sus familiares.
De luto y muy afectada por la terrible pérdida, Carmen se despide del que ha sido el hombre de su vida durante los últimos doce años. Ella fue quien llamó a los servicios de emergencia pasadas las dos de la madrugada, aunque no pudieron hacer nada por salvar su vida. La viuda de Eduardo Cruz y el resto de sus hijos se han mostrado muy unidos ante el dolor por la pérdida de un ser tan querido.
Eduardo y Carmen residían en La Manga del Mar Menor donde se conocieron hace más de una década durante unas vacaciones del padre de Penélope y donde Carmen, que por entonces vivía en Cartagena, tenía una peluquería. Aquella historia de amor que comenzó en 2003 se formalizó con la llegada de su primera hija en común, Salma, que nació a principios de febrero de 2012, y su posterior matrimonio el 4 de abril de 2014 en el palacio consistorial de Cartagena. Ambos regentaban una peluquería y centro de belleza, Moreno y Cruz, cerca del Puerto Tomás Maestre.
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