Es una de las mejores actrices de Hollywood, levanta pasiones allá a donde va y las firmas más prestigiosas del mundo se pelean por contar con ella como imagen de sus campañas. Sin embargo, no siempre fue todo de color de rosa. Por su última película, Los Vengadores: La era de Ultrón, Scarlett Johansson se ha embolsado nada más y nada menos que 18 millones de euros, pero la vida de la actriz estadounidense fue muy diferente hace años.
Entre promoción y promoción, Scarlett, de 30 años, ha aprovechado para sumarse a la iniciativa de su compañero de reparto Jeremy Renner y unir fuerzas para combatir el hambre infantil en Estados Unidos con la campaña Feeding America. Y es que, a diferencia de lo que muchos podrían pensar, este problema le toca más de cerca de lo que imaginamos.
Según acaba de revelar en una entrevista, la familia de la actriz vivió años muy complicados en los que necesitó recurrir a los programas sociales que facilitaba el Gobierno para poder alimentarse. "En mi familia crecimos dependiendo de las ayudas de los servicios sociales que nos proporcionaban comida", ha confesado.
En el vídeo, en el que vemos a una Scarlett muy seria y comprometida, pone de manifiesto la necesidad de luchar todos juntos por un mismo fin. "Hay 16 millones de niños que luchan contra el hambre en Estados Unidos. Eso es uno de cada cinco hijas, hijos, vecinos y compañeros de clase que no saben de dónde vendrá su próxima comida, sin embargo, cada año se desperdician miles de millones de toneladas de comida. Es hora de que hagamos algo", explica la actriz, que añade: "El hambre infantil en Estados Unidos es un problema real y, a menudo se pasa por alto, pero es algo que, juntos, podemos arreglar".
De padre danés y madre de origen judío, Scarlett aseguró en una ocasión que en su casa había "poco dinero" y llevaban una vida humilde. La protagonista de películas como Lost in Translation, Match Point, La joven de la perla, Diario de una niñera o Vicky Cristina Barcelona tiene un hermano mellizo, Hunter, con el que ya la hemos visto en alguna ocasión. Además, tiene dos hermanos mayores, Vanessa y Adrian, y un hermanastro, Christian, de un matromonio anterior de su padre.
Su momento más dulce
Después de separarse del también actor Ryan Reynolds en 2010, después de dos años de matrimonio, Scarlett, que no para de trabajar y tiene una agenda de lo más apretada, recuperó la sonrisa gracias al periodista francés Romain Dauriac. En septiembre de 2014 la vida le dio su mayor regalo, su hija Rose Dorothy, que colmó de felicidad a la pareja. Unas semanas después, la actriz quiso sellar su amor con el hombre de su vida y se casaron por sorpresa en un rancho de Montana con su pequeña como testigo.