En mayo de 2013, Angelina Jolie se armó de valor y demostró ser un ejemplo de superación y valentía confesando que había tenido que someterse a una doble mastectomía para prevenir un cáncer de mama, después de que varias pruebas genéticas revelaran que tenía un alto porcentaje de desarrollarlo (perdió a su abuela, su tía y su madre debido a esta enfermedad). Ahora, dos años más tarde, la actriz, de 39 años, ha escrito una una emotiva carta en el periódico The New York Times, el mismo medio que eligió por aquel entonces para hacer pública su heroica decisión, para anunciar que recientemente tuvo que volver a pasar por el quirófano para someterse a una operación para que le extirparan los ovarios y las trompas de Falopio y así reducir el riesgo de padecer la enfermedad.
Angelina, que en marzo de 2014 ya advirtió de que la batalla no había terminado y que planeaba someterse a otra operación preventiva porque "aún queda por hacer cirugía que no me he hecho todavía", ha vuelto a abrir su corazón y a mostrar su fuerza ante la adversidad. Bajo el título Angelina Jolie Pitt: Diario de una cirugía, la protagonista de Maléfica cuenta con detalle y mucha sensibilidad, el vuelco que le dio el corazón cuando recibió la llamada de su médico comunicándole que en los últimos resultados de sus análisis de sangre habían salido unos marcadadores que podían ser un indicador de cáncer con el tiempo y que le recomendaba que fuera a visitar a su cirujano: "Sentí lo que me imagino que miles de mujeres han sentido. Me dije a mi misma que tenía que manter la calma y ser fuerte, y que no tenía ninguna razón para pensar que no viviría para ver crecer a mis hijos y conocer a mis nietos".
Su marido, Brad Pitt, fue la primera persona a la que llamó. "Lo bonito de estos momentos es que hay tanta claridad... Sabes lo que vives y lo que importa. Es tranquilizador. Ese mismo día fui a ver mi cirujano, que también había tratado a mi madre. La última vez que le ví fue el día que ella falleció y, en cuanto me vio, se le llenaron los ojos de lágrimas: 'Eres igual que ella'. Me destrozó. Pero sonreímos y acordamos que estábamos allí para hacer frente a cualquier problema. "Vamos a seguir adelante con ello", dijimos. Ni el estudio ni el ultrasonido fue preocupante. Estaba tranquila de que si era cáncer, estaría en las primeras etapas. Si estaba en otra parte de mi cuerpo, lo sabría en cinco días. Pasé esos cinco días en un estado de confusión, yendo a los partidos de fútbol de mis hijos e intentanto estar centrada y mantener la calma".
"El día llegó y los resultados dieron negativo. Estaba feliz. Todavía había una posibilidad de cáncer en una etapa temprana, pero era menor en comparación con un posible tumor. Por suerte, tenía la opción de que me extirparan los ovarios y las trompas de Falopio, y decidí hacerlo. Sin embargo, quiero que todas las mujeres presten atención a esto. No lo hice únicamente porque he heredado la mutación del gen BRCA1. El hecho de dar positivo no implica una cirugía. Hablé con muchos médicos, cirujanos y naturópatas. Hay otras opciones. Algunas mujeres toman píldoras anticonceptivas o confían en las medicinas alternativas combinadas con controles frecuentes. Hay más de una manera de hacer frente a cualquier problema de salud. Lo más importante es conocer todas las opciones y elegir lo que es mejor para ti. En mi caso, me recomendaron que era la mejor opción, también en parte debido a que tres mujeres de mi familia han muerto de cáncer".
La semana pasada, Angelina se sometió a una salpingooforectomía o anexectomía laparoscópica. "Había un pequeño tumor benigno en uno de los ovarios pero ningún signo de cáncer en los tejidos. Tengo un parche que contiene estrógeno bioidéntico y un dispositivo intrauterino (DIU) de progesterona en mi útero. Me ayudará a mantener el equilibrio hormonal, pero lo más importante es que me ayudará a prevenir el cáncer de útero. Decidí no extirpármelo porque el cáncer en esa zona no ha habido antecedentes en mi familia".
Su carta concluye con un mensaje alentador lleno de esperanza y positividad. "Es imposible eliminar el riesgo por completo y la realidad es que sigo siendo propensa al cáncer. Voy a buscar maneras naturales de fortalecer mi sistema inmunológico. Me siento femenina y segura de las decisiones que estoy tomando por mí y mi familia. Sé que mis hijos nunca tendrán que decir: 'Mi madre murió de cáncer de ovarios'. Independientemente del tratamiento hormonal sustitutivo, estoy con la menopausia. No voy a poder tener más hijos, y supongo que experimentaré cambios físicos. Pero me siento tranquila con lo que está por venir, no porque sea fuerte sino porque esto es parte de la vida. No hay nada que temer. Lo siento profundamente por las mujeres que les ha tocado pasar por esto a una edad muy temprana, cuando todavía no han tenido hijos. Su situación es mucho más difícil que la mía. He preguntado y me he enterado de que hay opciones para las mujeres a las que les han extirpado las trompas de Falopio, pero mantienen sus ovarios y así tienen la posibolidad de tener hijos y no entrar en la menopausia. Espero que estéis al tanto de eso. No es fácil tomar decisiones, pero puedes tomar el control y hacer frente a cualquier problema de salud. Puedes buscar consejo y asesoramiento, ver todas las opciones y elegir lo que es mejor para ti. El conocimiento es poder".