Johnny Depp y Amber Heard, boda en las Bahamas, ¿en la misma isla en la que se casaron Penélope Cruz y Javier Bardem?
El actor de 'Piratas del Caribe' posee un pequeño paraíso en este rincón del Atlántico, donde ahora podría pasar por el altar con su compañera de rodaje en 'Los diarios del ron'
Durante las últimas semanas Johnny Depp y Amber Heard se han mostrado de los acaramelados y felices. Ahora se da a conocer el motivo: muy pronto podrían convertirse en marido y mujer. Y, ¿qué mejor lugar para darse el “sí, quiero” que en uno de los paraísos de Piratas del Caribe?
“La pareja se casará la próxima semana en la isla privada que el actor posee en las Bahamas”, así lo ha contado Page Six. El medio neoyorquino ha dado a conocer que la fecha elegida para el gran día ha sido el fin de semana del 7 y 8 de febrero, ya que es la única fecha que ambos tenían disponible: “Ella se encuentra rodando una película en Londres y él se esta preparando para rodar la quinta parte de Piratas del Caribe en Australia”.
El citado medio también reveló algunos detalles del enlace como que la exuberante Amber ha elegido un vestido del la diseñadora Stella McCartney y que la lista de invitados no llega a las cincuenta personas, entre las que se encuentran los hijos del actor. Lily-Rose (de 15 años) y Jack (de 12), fruto de su amor con la actriz y cantante francesa Vanessa Paradis, con la que estuvo durante 14 años.
Las mismas fuentes advierten que la logística de la boda no será fácil. La isla privada del actor -y a la que sólo se puede acceder por barco o hidroavión- no cuenta con suficientes habitaciones para albergar a todos los invitados por lo que es posible que algunos se alojen en el yate que el actor tiene fondeado en una de sus costas, de nombre VaJoLiRoJa, lo que responde a las iniciales de cada uno de los miembros de la familia Depp, empezando por el nombre de su exmujer.
El actor compró esta porción de paraíso en medio del Océano Atlántico en el año 2004, después de verse seducido por los escenarios que conoció durante el rodaje de Piratas del Caribe. Tres millones de euros pagó entonces por una isla que mide aproximadamente un kilómetro y medio de longitud y que tiene seis espectaculares playas de arena blanca. Cada una de ellas también fue bautizada con los nombres de su familia, entre ellas playa Paradis. ¿Tendrá intención ahora de poner el nombre de Amber a algún lugar de la isla?
Los novios -entre los que existe una diferencia de edad de 23 años- se conocieron en el año 2010 durante el rodaje de la película Los diarios del ron, y comenzaron a salir dos años después cuando el actor rompió su relación con la actriz francesa, con la que nunca llegó a casarse porque como el mismo explicó “no sintió la necesidad de hacerlo”, algo que parece que ha cambiado con la llegada de Amber.
La pareja se comprometió el pasado mes de marzo y lo celebró por todo lo alto con una fiesta privada en Los Ángeles. Más de un centenar de personas acudieron al lujoso Condelet House, una mansión construida en 1929 para felicitar a la pareja. Entre los invitados estuvieron los hijos del actor y personalidades como Marilyn Manson, Steven Tyler, Mandy Moore o los productores de Piratas del Caribe Jerry Bruckheimer y Rick Ruben.
En ese momento ya se comenzó a especular que el lugar elegido para el gran día sería la isla privada que Depp posee en las Bahamas. Un paraíso privado al que sólo se puede acceder en hidroavión o en barco, en una zona en la que ha habido otros exclusivos propietarios como Richard Branson, Nicolas Cage o Marlon Brando. De hecho, aunque esto es un misterio sin resolver, algunos apuntaron a que el actor brindó la isla a sus amigos Penélope Cruz y Javier Bardem para que pasaran por el altar durante el verano de 2010.
Desde luego, además de ser un escenario idílico para celebrar una gran boda, también es un lugar perfecto para comenzar una luna de miel. Aunque esto es algo que la pareja parecen vivir de forma constante. Siempre que sus agendas se lo permiten, Depp y Amber están juntos. Incluso ella viaja con él para las labores de promoción, como la de esta semana que les llevó a Japón, donde el actor desató la locura a su llegada al aeropuerto de Tokio para promocionar su nuevo trabajo, Mortdecai.