Sigue siendo, a sus 60 años, uno de los actores más atractivos de la gran pantalla. Kevin Costner sigue teniendo esa mirada penetrante y ese porte que enamora cuando aparece en el cine, aunque su corazón ya tiene dueña. Su mujer Christine Baumgartner, junto a la que lleva la friolera de 15 años (se casaron en 2004), se ha convertido en su inseparable pareja en cada uno de los estrenos, premios o citas a las que tiene que acudir el protagonista de El guardaespaldas.
Ya pasearon juntos en las recientes entregas de premios que las pasadas semanas han vestido Hollywood de largo y ahora lo han vuelto a hacer en el estreno de Black or White. Sin embargo en esta ocasión, Kevin presumió no de una sino de dos mujeres. Si su esposa Christine acaparó un buen número de miradas con su modelo en negro con transparencias, la hija del artista Lily Costner, de 28 años, nacida de su primer matrimonio con Cindy Silva, no fue menos. Su vestido, con estratégicas aberturas, tampoco pasó desapercibido. Ni eso ni su belleza, heredada, en parte claro, de su padre.
Este estaba de lo más orgulloso, se le notaba en la cara, no sólo porque llegó flanqueado por estas dos bellezas sino porque le esperaba una gran sorpresa. En la fiesta posterior le regalaron una tarta para celebrar su sesenta aniversario, que fue el pasado 18 de enero, sin duda una fecha especial para celebrar. Con sus "chicas" como testigos, Kevin sopló las velas dando la bienvenida a una nueva década así como a un nuevo proyecto. En Black or White interpreta a un hombre viudo que lucha por la custodia de su nieta, a la que adora.
Lily es una de las hijas mayores que tuvo Kevin en su matrimonio con Cindy Silva, con la que además tuvo a Annie, de 30, y Joe, de 26. Liam, de 18, nació de su relación con Bridget Rooney. Con su actual esposa Christine Baumgartner ha tenido tres hijos, Cayden Wyatt, de siete, Hayes Logan, de casi seis, y la pequeña Grace Avery, de casi cinco.