"Llevo una vida completamente diferente. Tengo 32 años y un bebé y estoy demasiado cansada como para seguir siendo una rebelde. Creo que todos nos calmamos a medida que nos hacemos mayores". Así de reflexiva se muestra Sienna Miller en una reciente entrevista que ha concedido al dirario The Telegraph.Es otra. Más serena, tranquila, segura de sí misma, con unas prioridades totalmente diferentes... La actriz hace balance de la etapa personal y profesional en la que se encuentra ahora y asegura que a pesar de los episodios tormentosos que pudo protagonizar en el pasado y de no "comportarse de la manera que debería" en algunas ocasiones, ahora está feliz llevando una vida tranquila junto al actor Tom Sturridge y su pequeña Marlowe, que ya tiene dos añitos.
"Los veinte es el momento en el que se forma la personalidad de cualquier persona, y si además están documentados casi a diario como me pasó a mi, puede ser muy desafiante. Pero es el precio que se paga, el nivel de atención que recibí a veces fue culpa mía y a veces no", explica haciendo referencia a las noticias y rumores de todo tipo que protagonizaba día sí y día también en revistas y televisiones hace años, cuando llevaba un ritmo de vida más frenético y mucho más público. "Mi nombre casi siempre estaba relacionado con cosas malas y negativas. Mi vida personal estaba en boca de todos, salía en los periódicos todo el rato, hackearon mi teléfono...", añade.
Por eso, ahora valora mucho más lo que tiene y está orgullosa de haber cumplido su sueño de formar una familia y de intentar disfrutar de su día a día con la mayor normalidad y discreción posible. De hecho, asegura que su relación con Tom, al que conoció hace ya más de tres años, y la maternidad la han cambiado totalmente. "Ser madre te cambia el corazón por completo, te hace vivir la vida con más intensidad aunque no creo que me sienta más centrada o más completa", explica la actriz.
Sin embargo, también confiesa que tener un hijo no es nada fácil, y que para ella ha sido muy duro. De hecho, tal y como explica en una entrevista con Time Out, los momentos difíciles ya empezaron en el nacimiento de su hija, ya que ella quería tener un parto en el agua y las complicaciones de última hora la obligaron a tener que practicarle una cesárea de urgencia: "Fue todo mal. Había puesto todo mi corazón en ese nacimiento". "Al principio todo fue un shock, a algunas personas les resulta muy fácil pero para mí fue muy difícil", explicaba.
Sienna afirma que al final todo se sobrelleva y que se siente muy agradecida de haber contado con la ayuda y el apoyo incondicional de su chico, con el que forma un tándem perfecto. ¿Y los planes de boda? Somos muchos los que soñamos con verla vestida de novia, ya que no hay duda de que su elección nos dejaría sin habla, pero parece que por el momento tendremos que esperar. "Estamos muy felices construyendo nuestra propia familia", explica.
La actriz, que ha convertido las calles de Nueva York en una verdadera pasarela de estilo y tendencias, se encuentra promocionando su nueva película, American Sniper. Después de un parón en el que se dedicó en cuerpo y alma al cuidado de su niña, Sienna ha vuelto a la gran pantalla por la puerta grande. Con este proyecto en el que se ha puesto a las órdenes del mismísmo Clint Eastwood y en la que comparte pantalla con otros grandes de Hollywood como Bradley Cooper y también la veremos muy pronto en Foxcatcher, protagonizada por Steve Carell, Channing Tatum y Mark Ruffalo, y que narra la historia real de del asesinato del luchador olímpico Dave Schultz. El año pasado, Bennett Miller ganó el premio a Mejor director en el Festival de Cannes, además la cinta ganó el Premio Especial en los Independent Spirit y recibió tres nominaciones en la pasada edición de los Globo de Oro, Mejor película, Mejor actor de drama para Steve Carrell y Mejor actor de reparto para Mark Ruffalo.
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