Silvia Abascal, con fuerza para ella y para los demás
La actriz ha tenido un 2014 imparable, al debut como directora de cortometrajes suma una importante labor como embajadora de Unicef
Silvia Abascal demuestra que es todo corazón y que tiene fuerza, para ella, y para los que más lo necesitan. Recuperada del ictus que sufrió hace tres años, la actriz no sólo ha vuelto al trabajo, si no que ha dedicado el 2014 a dar voz y poner cara a las necesidades ante las que “estamos anestesiados”.
Si en septiembre viajo a la India para apoyar la abor de la Fundación Vicente Ferrer, ahora acaba de regresar de Camerún en donde ha estado visitando proyectos para atajar la mortalidad infantil en los menores de 5 años. La actriz ha querido recordar que el 40% de las muertes se producen en recién nacidos. "Soy consciente de que estamos anestesiados ante las cifras, las estadísticas, pero es necesario despertar y movilizarse ante ellas”, dijo Silvia Abascal a su regreso de África.
Poniendo sus conocimientos al servicio de esta lucha, Silvia Abascal, en calidad de embajadora de Unicef, realizó durante su viaje un reportaje sobre la mortalidad infantil que verá a la luz en la Gala por la Infancia que Televisión Española emitirá el 22 de diciembre. Este proyecto se une a los muchos que ha realizado la actriz durante este año en el que ha realizado su primer cortometraje como guionista y directora, No digas nada, el único español seleccionado en el Leeds International Film Festival.
La actriz -que reapareció radiante sobre la alfombra roja del Festival de Málaga el pasado marzo, tres años después de sufrir, en ese mismo escenario, un infarto cerebral- cierra así un 2014 lleno de proyectos y en gran medida con una importante vocación solidaria.
Durante su viaje Camerún, no sólo se dedicó a conocer la labor antes mencionada, ya que también recorrió otras zonas del país como un asentamiento de refugiados de República Centro africana y los hospitales de las regiones de Bertoua y Batouri, donde conoció a niños y bebés prematuros con graves casos de malnutrición, neumonía, diarrea o malaria. Todas ellas, enfermedades previsibles que siguen siendo las principales causas de mortalidad infantil y cuya prevención pasa por tener acceso a medias como una vacuna, una mosquitera o agua potable.