La increíble transformación de Renée Zellweger no ha dejado a nadie indiferente. La actriz reapareció en los premios Women in Hollywood con un cambio notable en su aspecto físico que centró todas las miradas. La protagonista de Bridget Jones ha hablado a través de la revista People para defender su nueva imagen y afirmar que está más sana y feliz que nunca: "Estoy contenta de que la gente me vea diferente. Estoy viviendo una vida diferente, más plena y feliz, y me emociona que eso se note".
"Mis amigos me dicen que se me ve en paz. Estoy sana", confiesa la actriz, que tuvo que someterse a dietas y cambios de pesos sustanciales para encarnar a Bridget Jones. "Durante mucho tiempo no lo hice bien, seguí un plan de vida poco realista e insostenible y que no me permitía cuidar de mí misma. En vez de parar para equilibrarme, seguí corriendo hasta que me quedé exhausta e hice malas elecciones sobre cómo encubrir ese agotamiento".
Su noviazgo con Doyle Bramhall reconoce que le ha ayudad a encontrar la estabilidad. La ganadora de un Oscar, a sus 45 años, admite que prefiere llevar una vida tranquila rodeada de su familia y amigos: "Quizás parezco diferente, ¿quién no lo parece cuando se hace mayor? Estoy feliz".
Zellweger y Doyle Bramhall se conocieron cuando compartían pupitre en la Universidad de Austin en 1990, hace cerca de 25 años. Entonces eran personas anónimas y estudiaban Ciencias de la Radio, Cine y Televisión. Por aquel entonces no salían juntos, pero eran buenos amigos. Pasaron los años y mantuvieron el contacto, hasta tal punto que el verano de 2012, cuando ambos estaban solteros, tuvieron una cita y surgió el amor. Desde entonces forman una pareja estable y alejada de los focos. Zellweger tiene pendiente el rodaje de película The Whole Trufh junto a Keanu Reeves.