Alec Baldwin vuelve a España en familia: 'Los americanos no tienen el espléndido sentido del humor de los españoles'
El actor estadounidense ha viajado a Madrid con su mujer, Hilaria, y su hija Carmen para unirse a la presentación de 'Torrente 5' junto a Santiago Segura y Jesulín de Ubrique, entre otros
El próximo viernes 3 de octubre llega a los cines Torrente 5: Operación Eurovegas, la continuación de la saga de Santiago Segura que cuenta con una estrella del cine y la televisión estadounidenses: Alec Baldwin. El actor ha regresado a España junto a su mujer, Hilaria, y su hija Carmen para unirse a la presentación de la película en el Casino Gran Madrid.
Enfundado con la camiseta promocional de la película, Baldwin se sumó a Segura, Jesulín de Ubrique, Carlos Areces, Fernando Esteso, Angy, Julián López y Cañita Brava en la rueda de prensa celebrada tan sólo unos días antes de su estreno y en la que el intérprete americano y el extorero eclipsaron al resto de sus compañeros, convirtiéndose en los más solicitados durante el turno de preguntas.
En esta ocasión Santiago Segura ha conseguido juntar a grandes estrellas del cine nacional e internacional, como Baldwin y Esteso -que coincide en el filme con Andrés Pajares, "una sorpresa muy agradable"-, y ha dado la oportunidad de estrenarse en el séptimo arte al extorero, como uno de los personajes protagonistas, y a su mujer María José Campanario, uno de los muchos cameos de la cinta. "Lo de mi mujer fue un cameo que me propuso Santiago, y yo encantado. Hemos intentado disfrutar y divertirnos", explicó Jesulín, quien añadió que durante el rodaje estuvieron sus hijos "y les ha gustado", y que les llevará al cine a ver la película.
Con el sentido del humor que le caracteriza, Jesulín contó que durante el rodaje sufrió varios golpes, "pero sarna con gusto no pica", añadió entre risas. "Estoy muy contento con la labor y el esfuerzo que he hecho. No me costó mucho adaptarme al personaje que me tocaba hacer y me lo he llevado de calle", declaró. Feliz de haber trabajado bajo las órdenes de Segura, explicó que al principio del rodaje "fue todo un poco inestable, pero al cuarto o quinto día ya me acomodé y como uno más de la banda". Además, según explicó, Segura le dejó "un margen de confianza para sentirme a gusto. Me dio la facilidad de no tener que memorizar el guión tal y como él me lo había puesto y me dejaba mucho a mi aire."
El de Ubrique ha reconocido que cuando Segura le puso la propuesta sobre la mesa, le costó decidirse y que en parte la culpable de haberse puesto frente a las cámaras ha sido su mujer. Tiene claro que esta será una de las mejores experiencias de su vida, aunque no repetiría, porque para él ha sido algo puntual.
Por su parte, Baldwin confesó que también fue su mujer, Hilaria Thomas, la que le empujó para formar parte de la saga Torrente. "Cuanto más desagradable me lo ponía, más me apetecía hacerlo", comentó el actor. Baldwin aseguró que no ha tenido problemas para adaptarse al equipo, por eso para él este rodaje ha sido igual de fácil que trabajar con Martin Scorsese, y no le importaría repetir en una sexta entrega de la saga.
Alec aseguró que sus compatriotas "no tienen suficiente sentido del humor para valorar la ironía" de una película así, que protagoniza y que lo ha llevado a trabajar por primera vez a España. "Los americanos no tienen el espléndido sentido del humor de los españoles, y mucho menos para imaginar un futuro que dé una imagen de ellos distinta de la que tienen: que son los mejores, los número uno", afirmó el actor.
Durante la rueda de prensa, el neoyorquino habló en inglés, ya que el español que habla en la película lo aprendió fonéticamente. "Es rarísimo hacer una película en un idioma que no conoces", reconoció, aunque el castellano tampoco le es totalmente desconocido, ya que su mujer -que ha aprovechado su visita a España para viajar a Murcia a ver a su familia- es mallorquina y siente España como un segundo hogar. De hecho, Baldwin dice que se está planteando tener Madrid como centro de operaciones y trabajar más en Europa.
Contento con el resultado, Santiago Segura pretende nuevamente que sea el público el que avale su trabajo y no tanto la crítica y los reconocimientos. Para el madrileño, haber podido rodar con Alec ha sido un sueño hecho realidad. "Si el viernes revientan las salas de España, no se me ocurre mejor premio, ni un Oscar. Siempre he sido un niño que necesita cariño y afecto", dijo el actor y director.
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