Claudia Traisac, quizá a simple vista su nombre no les suene pero si lo unimos a títulos como Luna, el misterio de Calenda (fue Silvia Elías), Aída, Cuéntame o el musical Hoy no me puedo levantar tal vez ya vayan haciendo memoria. Esta joven actriz saltó el océano el pasado año para embarcarse en un proyecto en Estados Unidos junto a nada menos que Benicio del Toro y Josh Hutcherson, Peeta Mellark en la saga Los juegos del hambre.
La cinta titulada Escobar: Paradise lost cuenta la historia de un joven llamado Nick (Hutcherson), un surfista que va a visitar a su hermano a Colombia y se enamora de María (Traisac), una joven cuyo tío, Pablo Escobar (Del Toro), es un poderoso narcotraficante. Esta historia de amor de ficción, basada en la vida de este conocido narco, ha dado el salto, como ocurre en muchas ocasiones, a la vida real. Mucho más fácil lo han tenido Josh y Claudia, que tras finalizar el rodaje continuaron adelante con un noviazgo que han paseado al tiempo que presentaban la cinta.
Se ha captado a la pareja en alguna ocasión paseando por las calles de Los Ángeles, ajena a las miradas y sin escatimar en besos y carantoñas. Las mismas que se hicieron en el festival de cine de Toronto, hace apenas unas semanas, en el que también presentaron su trabajo. Sentados el uno junto al otro en la rueda de prensa, intercambiaron cuchicheos y risas. Una mirada en ocasiones lo dice todo.
La pareja volverá a reunirse en el festival de cine de San Sebastián, y es que la cinta clausurará la sección Perlas del Zinemaldia. En el certamen Benicio del Toro recibirá además el Premio Donostia, en reconocimiento a su trayectoria.